Tengo un SsangYong Korando KJ de 1995. Lo compré usado con la intención de prepararlo para ir de excursiones al campo y hacer algunos pinitos por pistas de tierra y alguna trialera, pero me encuentro con que en ninguno de los talleres a los que he ido quieren siquiera mirarlo. Me dicen que es un furgón. ¿Puedo hacer algo con él? El coche me gusta porque es amplio y puedo llevar a mi perro en el maletero. Aparte, tiene reductora y sube como un gato.
Juan Carlos Rodríguez Prado, Valencia
Antes de nada, enhorabuena por tener un coche tan singular. El tema de los talleres siempre da juego. En tu caso, se trata de un vehículo de mecánica muy sencilla y, por tanto, no tendrías que tener problemas para llevarlo a cualquier taller a realizar el mantenimiento e incluso labores de reparación.
Obviamente, sí puede usarse como base para una preparación.
Tiene un chasis de largueros, reductora, dos ejes rígidos con ballestas, amplios pasos de rueda, neumáticos de dimensiones adecuadas y un motor robusto. Muchos de los kits y componentes desarrollados para preparar los Jeep CJ-5 y CJ-7 (tu Korando es, en realidad, una adaptación del Jeep CJ-7 producida bajo licencia por SsangYong) pueden adaptarse a tu vehículo, lo que abre un enorme abanico de posibilidades.
Si el presupuesto no es un problema, puedes hacer de todo: cambio de motor, de ejes, bloqueos de diferencial, cabrestante, etc. Si quieres gastar lo mínimo, unas gemelas alargadas y unos neumáticos AT obrarán milagros. Recuerda, eso sí, homologar la reforma.