La crisis del automóvil llega a China

El mercado de automóviles de China ha sido un motor de crecimiento clave para los fabricantes de vehículos de lujo en los últimos años. Sin embargo, en el último mes la venta de automóviles ha sufrido una desaceleración que ha obligado a marcas como BMW y Audi a cambiar sus estrategias de negocio para no sufrir una caída importante.


La sacudida que ha sufrido en los últimos días el mercado de valores en China ha hecho replantearse a marcas de coches de alta gama sus objetivos a corto plazo. La Asociación China de Fabricante de Automóviles ya advirtió el pasado viernes de que las ventas de vehículos subirán a su ritmo más lento que en los últimos cuatro años.

Seguir creciendo en China, donde las ventas de coches cayeron en junio por primera vez en más de dos años, es vital para el objetivo de Audi de alcanzar a BMW en el liderazgo mundial en automóviles premium. De hecho, Audi ha descartado poder alcanzar el objetivo que se había marcado para el presente ejercicio de vender 600.000 coches para finales del 2015 en China.

Las matriculaciones de Audi han caído en el mes de junio un 5,8%, frente al descenso del 0,1% experimentado por BMW, que ha empezado a rebajar sus precios en algunos modelos para evitar caer en la sobreproducción y en el consiguiente exceso de stock de coches sin vender; una estrategia que también ha seguido el fabricante de coches de lujo británico Jaguar Land Rover.

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