Debacle en Daihatsu: el Gobierno japonés obliga a cesar la producción por fallos de seguridad

A principios de diciembre conocimos, gracias a una investigación realizada a la marca Daihatsu por parte de Toyota, su propietaria, que algunos de sus modelos no fueron probados adecuadamente en materia de seguridad. Como resultado, la marca confirmó que se manipularon las pruebas de seguridad ante colisiones laterales en nada menos que 88.000 modelos pequeños fabricados por Dahaitsu.

Tras esto, un comité independiente comenzó su propia investigación, y para intentar apagar las llamas de este gran incendio, Toyota se adelantó a las conclusiones del mismo, indicando que encontraron hasta 174 irregularidades en 64 modelos; algunos vendidos bajo la marca Toyota.

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Este escándalo ha provocado que, ahora, el Gobierno japonés se haya visto obligado a actuar, obligando a Daihatsu a cesar la producción de al menos tres modelos: el Gran Max, el TownAce y el Bongo. Sin embargo, las pesquisas de Toyota son mucho menos alentadoras, ya que señalan que los problemas de seguridad podrían afectar a casi todos los vehículos de la línea de producción de Daihatsu. Además, esto también podría afectar a la producción de Toyota, Mazda y Subaru, puesto que la citada Daihatsu interviene en la producción de modelos de las mencionadas compañías.

En cualquier caso, el Ejecutivo nipón, que ya ha cancelado las autorizaciones de producción, así como los envíos en su país y el extranjero de estos tres modelos; escuchará a los representantes de la empresa en una audiencia convocada para el próximo 23 de enero. De dicha reunión, se formalizará una orden que obligará a Daihatsu a realizar una profunda revisión de su organigrama interno para enmendar la situación provocada.

Problemas en la unidad de control de airbag de los modelos Daihatsu

La investigación a Daihatsu se ha centrado en la unidad de control de los airbag y se descubrió que los sistemas empledos en las pruebas de seguridad no eran los mismos airbag que, finalmente, eran instalados en los modelos vendidos al público. Si bien más tarde se descubrió que esas otras unidades de control del airbag cumplían con los estándares que marca la normativa, los resultados de las pruebas de colisión lateral de algunos modelos (como el Daihatsu Cast) “podrían no cumplir con la ley”.

Aunque el futuro es incierto no sólo para los modelos afectados, sino también para la marca japonesa, Daihatsu ha asumido la responsabilidad de lo ocurrido. “Se trata de una situación que sacude los cimientos de nuestra empresa y reconocemos la extrema gravedad de los hechos. Hemos traicionado la confianza de accionistas y clientes, y queremos ofrecer una vez más nuestras más sinceras disculpas”, han indicado en un comunicado.

Así las cosas, las primeras consecuencias ya se han dejado notar: tendrán que enviar informes periódicos al Gobierno japonés. “Implementaremos cambios profundos en la gestión de la empresa, pero también en el ambiente laboral con la premisa del respeto a la ley. Enviaremos nuestro primer informa al Gobierno dentro de un mes y cada tres meses informaremos sobre el progreso en la implementación de estas medidas”, sentencian.