Son en total 4.500 unidades del SUV norteamericano Ford Kuga las que tendrán que pasar por el taller oficial de la marca en Sudáfrica debido a 39 casos de combustión espontánea, en los que el Kuga salió literalmente ardiendo sin ningún hecho que provocase ese fenómeno. Por suerte no ha habido que lamentar heridos, pero Ford ha confirmado a través del presidente de la marca en Sudáfrica, Jeff Nemeth, que quiere tomar precauciones para que no vuelva a pasar y por ello revisará los 4.500 Kuga citados anteriormente -fabricados entre diciembre de 2012 y febrero de 2014-.
El incidente habría sido provocado por una falta de circulación del refrigerante, lo que causó una grieta en la culata y fugas de aceite, algo que derivó en un sobrecalentamiento. Según Jeff Nemeth, si este aceite entra en contacto con algún componente del motor que esté trabajando a una temperatura elevada el automóvil corre un posible riesgo de incendio. No obstante, desde Ford se ha señalado que el caluroso clima sudafricano también ha podido ser uno de los detonantes de este fallo.
El coste del inconveniente para Ford no ha sido revelado. Lógicamente, la reparación correrá de su cuenta, no teniendo que desembolsar los propietarios de los Kuga cantidad económica alguna. Por último, recordemos que estos vehículos se fabrican en la planta que Ford posee en Almussafes, en Valencia.