Nuestra lectora H. M. S. nos escribe desde Galapagar (Madrid). Tiene un Renault Scénic del año 2008 que quiere cambiar por un SUV que le cueste entre 15.000 y 18.000 euros. A diario se mueve entre pueblos de la sierra de Madrid, mientras que los fines de semana lo hace por el campo, a veces por caminos.
H. M. S. valora especialmente la facilidad de conducción, la estabilidad en las curvas, que los neumáticos tengan buena adherencia, y que el vehículo sea ágil a la hora de entrar a una rotonda y en los adelantamientos. Valora la comodidad, la amplitud interior y el maletero. Como referencia, le gusta la habitabilidad y el confort de su Renault Scénic, pero preferiría que fuera más estable, más cómodo en los caminos y que contara con mayor altura libre para circular con mayor seguridad fuera de carretera.
H. M. S. recorre unos 18.000 km al año, principalmente por carreteras secundarias entre pueblos de la sierra de Madrid, con curvas abundantes, puertos de montaña y zonas urbanas, recorridos que se intercalan con viajes largos por autovía a distintos puntos de España. Le gustaría que su próximo SUV fuera híbrido, que fuera suficientemente amplio para que pudieran viajar cinco personas y que estuviera bien preparado para las inclemencias del tiempo, incluida la nieve.
Teniendo en cuenta el presupuesto y los condicionantes, el mercado de vehículos nuevos no ofrece nada que cumpla todas las premisas. Así que vamos a ver las diferentes opciones que tenemos renunciando a alguno de los condicionantes.
Suzuki Ignis 1.2 4×4 Mild Hybrid
Si queremos circular por caminos con cierta asiduidad, e incluso hacer frente a la nieve, la tracción total debería ser un requisito indispensable, y el único SUV que la ofrece en este rango de precios es el Suzuki Ignis, que además es híbrido. De propina, se desenvuelve bien en núcleos urbanos, y el eje trasero rígido de la versión 4×4 aporta robustez y buenos recorridos de suspensión fuera de carretera. Obviamente, no tiene la habitabilidad requerida ni es adecuado para circular con agilidad por puertos de montaña.
Dacia Duster
Si renunciamos a la tracción total y a la mecánica híbrida, podemos acceder a un Dacia Duster con motor 1.0 Tce (gasolina, con 90 CV). También entran en el presupuesto su hermano mayor TCe 1.3 de 130 CV y el diésel 1.5 de 115 CV, todos ellos con acabado Essential. No iremos sobrados de espacio, esteremos vendidos en caso de encontrar barro, bancos de arena, nieve o una fuerte subida en una pista deslizante y tampoco el confort es para tirar cohetes, pero con 18.000 euros de tope, es lo máximo a lo que podemos aspirar.
Otras alternativas
En este rango de precios, encontramos otras alternativas como el Mahindra KUV100, que es pequeño, tiene poco motor (87 CV) y una red de posventa muy limitada. También podemos acceder al Kia Stonic 1.2 de gasolina con 85 CV (nuevamente pequeño, poco potente, sin tracción total ni hibridación), al SsangYong Tivoli Urban con motor 1.2 de 128 CV (aquí hay más potencia, pero seguimos sin cumplir los demás requisitos), a un Citroën C3 Aircross diésel 1.5 de 102 CV (que a pesar de su escaso tamaño ofrece unas plazas traseras dignas y un maletero de 520 litros, pero no es híbrido ni 4×4), al Fiat 500X con motor 1.2 turbo de 120 CV (nuevamente pequeño, sin hibridar y sin tracción total), al Škoda Kamiq 1.0 TSI (del que lo que más nos gusta son sus casi 19 cm de altura libre, si bien, con 95 CV, nos falta potencia, nos falta hibridación y tracción total), y finalmente podemos acceder al Renault Captur con el motor Tce de 90 CV que comparte con el Dacia Duster, un coche que nuevamente sigue sin cumplir en los demás apartados, aunque es bastante amplio para su tamaño exterior y tiene un buen comportamiento en carretera.
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