Los fans de la serie de animación `Los Simpson´ recordarán el coche que, en uno de sus primeros capítulos, diseñó Homer para la multinacional automovilística que presidía su hermanastro, Herbert Powell. El vehículo era tan lamentable que provocó la quiebra de la compañía y, a juzgar por la sustitución de un letrero que se observa al final del capítulo, acabó engullida por una empresa japonesa. Por un precio de 82.000 dólares -63.000 euros aproximadamente al cambio actual-, las mayores innovaciones que se podía encontrar entre su equipamiento eran los bozales para niños y el claxon con la melodía de `La Cucaracha´.
Con motivo de la celebración de las 24 Horas de LeMons, un campeonato estadounidense que parodia la prueba de resistencia de Le Mans y que se autodefine como una carrera para coches de 500 dólares. Uno de los equipos participantes ha modificado un BMW M3 E30 para reproducir de la forma más fiel posible el coche de Homer Simpson. Se ha cuidado hasta el último detalle, tal y como se puede comprobar con la colocación de la figura de un jugador de bolos como emblema sobre la parrilla, como si se tratara del Espíritu del Éxtasis.