Este descenso tan acusado no sólo tiene un impacto negativo en concesionarios y fabricantes, sino también en las arcas públicas: según datos de la Agencia Tributaria, la recaudación en concepto de impuesto de matriculación ha caído un 26,14% en el primer trimestre del año, con 127,53 millones de euros. Y es que el volumen de negocio generado por la venta de coches nuevos ha alcanzado en ese periodo los 2.894,5 millones de euros, es decir, un 22% menos que en 2010. Si hacemos una media, cada conductor pagó 723 euros en concepto de impuesto de matriculación entre enero y marzo, un 1,12% menos.
Los precios suben
A pesar de este descenso de las ventas, durante el primer trimestre del año se ha producido una tendencia al alza en el precio de los coches nuevos, con una media de 17.120 euros por vehículo, un 6% más respecto a los 16.137 euros del mismo período de 2010.
Lo que sí continúa descendiendo son las emisiones de CO2. En el primer trimestre del año, el nivel medio de emisiones se ha situado en 137 gramos por kilómetro, frente a los 140 gramos de los tres primeros meses del ejercicio precedente.