Cuánto cuesta mantener un superventas

Primera revisión

¿En qué consiste? Se trata de la primera inspección rutinaria del vehículo, y suele efectuarse entre los 15.000 km y los 30.000 km. Es bastante sencilla, pues en ella simplemente se cambia el aceite y el filtro y se efectúan algunas comprobaciones básicas. En determinados casos, también se sustituye el filtro de habitáculo.

¿Por qué hay que hacerla? Por dos razones fundamentales. La primera es que es necesario de cara a mantener el vehículo en buen estado. La segunda es que no hacerlo supone que la garantía de fábrica no te cubriría ante una posible avería.

Segunda revisión

¿En qué consiste? En esta segunda revisión, que tiene lugar entre los 30.000 km y los 60.000 km, se efectúan las mismas operaciones que en la primera, añadiendo además el reemplazo de otros elementos, como el filtro de aire y, en muchas ocasiones, bujías, filtro de combustible y líquido de frenos.

Pastillas de freno

¿En qué consisten? Las pastillas de freno son las encargadas de detener el vehículo mediante la fricción de las mismas contra la superficie de los discos de freno. Su duración varía en función del modelo de coche y del tipo de conducción, pero por lo general se reemplazan en intervalos de entre 75.000 km y 100.000 km.

¿Por qué hay que cambiarlas? Porque las distancias de frenado crecen según aumenta el desgaste de las pastillas. Además, si permites que las pastillas se gasten en exceso, acabarás por dañar la superficie de los discos.

Discos de freno

¿En qué consisten? Anclados a los bujes de rueda y normalmente fabricados en acero, giran solidariamente con la rueda. Participan en el frenado del vehículo siendo sometidos al rozamiento de su superficie por las pastillas de freno.

¿Por qué hay que cambiarlos? Porque el material de rozamiento se desgasta con el paso de los kilómetros y afecta de forma negativa tanto a las distancias de frenado como al confort, pues unos discos de freno desgastados transmiten vibraciones al volante al frenar. En última instancia, un desgaste excesivo de un disco de freno puede llevar incluso a su rotura, dejando al vehículo sin capacidad de frenado. De media, se calcula que se requiere un reemplazo de discos de freno por cada dos cambios de pastillas de freno, y siempre que se sustituyen los discos de freno, se han de reemplazar también las pastillas. Por ello, los precios de la siguiente tabla reflejan el coste de sustituir tanto los discos como las pastillas.

Amortiguadores

¿En qué consisten? Los amortiguadores son uno de los componentes más importantes de la suspensión de un automóvil. Su función principal es disipar la energía de los baches evitando que la carrocería oscile continuamente, mejorando la estabilidad y el confort.

¿Por qué hay que cambiarlos? Unos amortiguadores en mal estado producen desventajas tanto en confort -con, por ejemplo, demasiados y muy acusados balanceos en la carrocería- como en seguridad, con una merma de la estabilidad del vehículo y un aumento de las distancias de frenado. Asimismo, también pueden ocasionar un desgaste irregular de los neumáticos.

Batería

¿En qué consiste? Es el elemento que suministra energía eléctrica para accionar el motor de arranque, el cual es el encargado de poner en marcha el propulsor del coche.

¿Por qué hay que cambiarla? Si la batería se encuentra dañada o desgastada, el vehículo no arrancará cuando gires la llave o aprietes el botón de arranque. También podría incluso dañar algunos elementos electrónicos, como el dispositivo Stop&Start.

Turbo

¿En qué consiste? Este dispositivo recupera parte de la energía de los gases de escape para comprimir el aire de admisión con el fin de generar más potencia y reducir el consumo.

¿Por qué hay que cambiarlo? El turbocompresor no tiene un mantenimiento como tal, y no tiene por qué romperse si no se utiliza de forma inadecuada, pero si se avería es necesario sustituirlo porque el motor perderá la mayor parte de su fuerza, y además podría dañar otras piezas de elevado coste, como el catalizador.

Correa de distribución

¿En qué consiste? La correa de distribución es el elemento que sincroniza el movimiento de todos los elementos internos del motor.

¿Por qué hay que cambiarla? Una distribución por cadena no suele tener mantenimiento, pero los motores con distribución por correa sí que necesitan un reemplazo de la misma cada determinado kilometraje. Es necesario cumplir con los intervalos establecidos por el fabricante porque, en caso de que se parta la correa, la mayoría de motores se rompen debido a que sus piezas internas chocan entre sí. Cuando se cambia la correa de distribución se suele reemplazar el kit al completo, con rodillos, tensores… y también la correa -o correas- de servicio, que son las que accionan elementos como el compresor de aire acondicionado, el alternador…

Embrague

¿En qué consiste? El embrague es el elemento que acopla y desacopla el motor de la caja de cambio, permitiendo transmitir potencia a las ruedas y también efectuar los cambios de marcha.

¿Por qué hay que cambiarlo? El kit de embrague de una caja de cambio manual cuenta con un disco de fricción que se desgasta con el uso del vehículo. Este elemento sufre más en desplazamientos urbanos que en carretera, y también cuando se circula con mucha carga. Cuando el embrague se desgasta, ‘patina’, viéndose incapaz de transmitir la fuerza del motor a las ruedas. En la mayoría de modelos se puede reemplazar sólo el disco de embrague, pero en otros casos se debe sustituir el kit compuesto por el propio disco más la maza de embrague.