
Con batería de litio
El Nissan Leaf se mueve gracias a una batería de iones de litio, que genera una potencia de 90 Kw, mientras que el motor eléctrico entrega 80 Kw/280 Nm. Nissan afirma que con esta configuración mecánica el Leaf ofrece la misma respuesta y experiencia de conducción que un coche de gasolina tradicional, aunque sin ningún tipo de emisiones (ni CO2 ni otros tipos de gases contaminantes). La autonomía, con una carga completa, es de 160 km. Precisamente la carga es uno de los aspectos más trabajados por el fabricante japonés, que ha conseguido que en unos 30 minutos se consiga recargar las baterías en un 80%. Para una carga completa en un enchufe convencional doméstico se necesitan alrededor de ocho horas.
Un coche «de verdad»
Como decíamos al principio, uno de los puntos fuertes del Leaf es su apariencia de coche convencional, algo que los eléctricos actuales, como el Reva o el Think, no consiguen. Esto es precisamente uno de los aspectos destacados por Masato Inoue, jefe de diseño de producto de Nissan, «nuestro coche tenía que ser el primer eléctrico de medio tamaño y prático del mundo, asequible para los conductores y útil para ser utilizado todos los días». A simple vista parece que cumple todos estos requisitos, si bien su limitada autonomía es un inconveniente para desplazamientos largos. Ahora toca saber si los conductores están dispuestos a pagar el precio de un compacto premium por un vehículo exclusivo para ciudad.
Diseño atractivo y alta tecnología
El frontal se caracteriza por un afilado diseño en V, con faros de LED que además dirigen el flujo de aire hacia los retrovisores para reducir el ruido. Además, consumen un 50% menos de energía que las lámparas convencionales. El interior presenta una imagen muy futurista envuelto por un tono «azul tierra» y una instrumentación llena de luz. Con todo ello se consigue un ambiente muy agradable. Uno de los avances más interesantes es el sistema de información y ocio, que está conectado a un centro global de datos que ofrece durante 24 horas información, apoyo al conductor y entretenimiento. En el monitor se muestra en todo momento la batería restante y los puntos de recarga más cercanos en caso de necesitar energía. Otro aspecto interesante es la posibilidad de interactuar con el teléfono móvil para encender el aire acondicionado y establecer las funciones de recarga (se puede incluso programar la carga de las baterías).
En una época en la que todavía el motor de gasolina y diésel siguen marcando el ritmo, el Leaf se presenta como un segundo coche para uso urbano, aunque difícilmente será tomado como única opción. En todo caso es un paso adelante más que interesante, con el único pero de su baja autonomía.