El Mercedes Clase G es un clásico entre los todo terreno puros. Lanzado en 1979, su actual generación data de 2018 aunque recibió profundas actualizaciones en 2022. Ahora se beneficia de un nuevo paquete de mejoras entre las que destaca la incorporación de un sistema de hibridación ligera que le brinda la etiqueta ECO.
Es un todo terreno de los bestias, con chasis de largueros y travesaños, triple bloqueo de diferencial y reductora. Además de grandes cotas todo terreno, por supuesto. Aun así es un poco más lujoso que alternativas como el Ford Bronco, el Jeep Wrangler o el Land Rover Defender, máxime si el cliente recurre al programa de personalización Manufaktur.
Como decíamos la principal evolución está en la incorporación de una red microhíbrida de 48V que añade un motor eléctrico de 20 CV que se ocupa de poner en marcha el motor térmico, de aportar algo de fuerza y de recuperar energía en las deceleraciones. Sin embargo, las propias motorizaciones cambian, o al menos algunas de ellas.
El G 500 de gasolina abandona el bloque V8 de 421 CV en favor de un 3.0 turbo de seis cilindros y 449 CV. El G 450 d sustituye al anterior G 400 d manteniendo el 3.0 de seis cilindros diésel, pero con 367 CV en vez de 330 CV. El AMG G 63 conserva el V8 biturbo con 585 CV.
Como consecuencia de todo ello el consumo oficial se reduce en todas las versiones, destacando que el G 500 pasa de 14,9 L/100 km a 10,9 L/100 km y que el G 450 d pasa de 11,1 L/100 km a 8,9 L/100 km. El AMG G 63 pasa de 16,0 L/100 km a 14,7 L/100 km.
Ahora la suspensión adaptativa viene de serie (antes, en opción) y en el G 63 sigue estando interconectada mediante circuito hidráulico, combinándose con barras estabilizadoras activas. A nivel estético, hay variaciones pequeñas en la parrilla, en los vierteaguas del techo y en los paragolpes. Hay nuevas llantas y un color adicional azul.
También se ha renovado el sistema multimedia y el volante, que ahora presenta las dichosas y absurdas teclas táctiles tan incómodas de manejar (pero más baratas de poner) en comparación con las tradicionales de antes.
Asimismo se incorporan nuevos ADAS, una función de visualización off-road en el cuadro de instrumentos y el dispositivo ‘capó transparente’, que permite ver en pantalla lo que hay por debajo del vano delantero del coche.
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