A principios de 2015, el segmento SUV-C estaba en plena ebullición. El Nissan Qashqai seguía siendo el rey, aunque modelos como el Hyundai Tucson, el Seat Ateca o el Volkswagen Tiguan le discutían el liderato. Todas las marcas generalistas tenían una propuesta para llevarse un trozo de este suculento pastel… salvo Renault. La marca francesa estaba fuera del juego, ya que su propuesta, el Koleos, nunca terminó de funcionar. Además, estaba por encima del Qashqai tanto en tamaño como en precio.
¿La solución? Muy fácil: Renault y Nissan ya formaban alianza, de modo que lanzaron el Kadjar, un modelo basado en el Qashqai… que tampoco ‘cuajó’ en el mercado, seguramente porque no ofrecía nada nuevo respecto al resto de la oferta. Y no era un mal producto en absoluto.
Para su reemplazo, Renault ha tomado buena nota de estos últimos años. El Austral es un modelo mucho más ambicioso desde todos los puntos de vista. Como ejemplo, es el único modelo de su segmento, incluido los premium, en contar con dirección en las cuatro ruedas (4Control), un sistema en el que la marca francesa tiene mucha experiencia (lo estrenó en el 2008, en el Laguna).
Renault Austral 2023: así es por fuera y por dentro
El Austral tiene una presencia imponente. Mide 4,51 metros de longitud, que son sólo 2 cm más que el Kadjar, aunque visualmente parece un coche más grande. En esta sensación colaboran mucho las llantas de 20”, que son de serie en las versiones altas de gama. La unidad que hemos probado tiene el nivel de equipamiento más completo, denominado Iconic Esprit Alpine, que cuenta con detalles específicos que hacen referencia a la marca deportiva del grupo, Alpine.
Otro aspecto que aumenta la sensación premium del Austral está en la posibilidad de elegir un color mate, denominado Gris Pizarra Satinado que, eso sí, cuesta 1.800 euros. De hecho, sólo hay un tono sin sobreprecio (Negro brillante), y los cinco restantes (todos con techo negro) cuestan a partir de 1.200 euros.
Las buenas sensaciones continúan en el habitáculo, con un salpicadero presidido por una instrumentación digital de 12,3”. En cuanto a la pantalla central, es de 12” en todos los acabados excepto en el de acceso, que lleva una de 9”. En el caso de la primera, el sistema de infoentretenimiento incluye los servicios de Google; es decir, se puede utilizar la aplicación de navegación Maps sin necesidad de conectar el móvil.
Además, Austral puede montar elementos como un sistema de proyección de información en el parabrisas Head-up Display de 9,3”, un equipo de sonido Harman Kardon o volante calefactable. Los asientos pueden contar con calefacción y función de masaje, aunque no existe la posibilidad de que incluyan ventilación (un Hyundai Tucson, por ejemplo, sí los ofrece).
La habitabilidad es otro aspecto que ha mejorado respecto al Kadjar, especialmente en lo que respecta al espacio para las plazas traseras que, además, es regulable en longitud (salvo en el básico Equilibre). La capacidad del maletero también mejora respecto a su antecesor; en concreto, tiene 500 litros en la versión sin banqueta trasera corrediza (hasta 575 litros en el resto). En el caso de la versión híbrida E-Tech, dichas cifras se reducen a 430 y 555 litros, respectivamente.
Renault Austral 2023: así va
En esta primera toma de contacto sólo hemos podido probar la versión híbrida E-Tech de 200 CV con el acabado más completo (Iconic Esprit Alpine). Dicho sistema híbrido es una evolución del empleado en el Arkana o el Captur, con diferencias muy importantes. Por ejemplo, la parte térmica corresponde a un bloque de gasolina de tres cilindros y 1.2 litros, mientras que en la eléctrica el voltaje aumenta a 400 V.
A pesar de estos cambios técnicos, el funcionamiento del sistema de propulsión presenta unas virtudes y unos defectos similares. En la parte positiva, resulta bastante eficiente, ya que es sencillo hacer consumos por debajo de los 6 L/100 km en conducción mixta ciudad/carretera. A ello hay que sumar que la versión híbrida ofrece la misma capacidad de depósito que el resto de la gama, 55 litros, por lo que se puede alcanzar una autonomía en torno a los 1.000 kilómetros.
En la parte negativa, el funcionamiento del sistema híbrido del Renault Austral resulta algo brusco en algunas ocasiones, sobre todo en la transición entre el modo 100 % eléctrico y la entrada en funcionamiento del motor de combustión. El pedal del freno también presenta un tacto cambiante en función del modo en el que está funcionando, lo cual dificulta la dosificación de la frenada.
Conviene hacer un inciso en el sistema de cuatro ruedas directrices 4Control, que se ofrece opcionalmente (1.500 euros) a partir del acabado Techno y únicamente asociado a la versión E-Tech. En función de la situación, permite direccionar las ruedas traseras en la misma dirección que las delanteras (hasta 1 grado) o hasta 5 grados en sentido contrario.
En este último supuesto, que se da a baja velocidad, se mejora tanto la maniobrabilidad (el diámetro de giro se reduce a 10,1 metros, frente a 11,2 m del resto de versiones) como la necesidad de girar el volante en curvas muy cerradas; de hecho, se puede afrontar una horquilla (giro de casi 180 grados) con menos de media vuelta de volante.
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