Ahora presenta unas vías ensanchadas y una distancia entre ejes más larga, lo que le permite contar con una musculatura más desarrollada. Los voladizos delantero y trasero, ya muy cortos en la versión anterior, lo son todavía más para mejorar la capacidad de franqueo de los muchos obstáculos que saldrán a su paso en el desierto.
Para complementar estas evoluciones, la aerodinámica se ha revisado en profundidad. El capó delantero y la toma de aire sobre el techo se han modificado totalmente para conseguir un equilibrio aerodinámico óptimo entre la parte delantera y la trasera así como una mejor evacuación del aire. Estos retoques le proporcionan un aspecto más agresivo y voraz.
Más allá de su piel de carbono, el Peugeot 2008 DKR16 esconde también numerosos cambios. Las suspensiones, por ejemplo, se han modificado por completo para afrontar todo tipo de terrenos accidentados. Las llantas, de magnesio y construcción monobloque, son también nuevas y van calzadas con neumáticos Michelin más ligeros y con mejores prestaciones pero con la robustez habitual.
Bajo el capó del motor también se encuentran novedades. A pesar de la brida obligatoria, el V6 de tres litros bi-turbo diésel ha ganado potencia y ahora alcanza los 350 CV y los 800 Nm por lo que su margen de utilización se ha ampliado gracias a las modificaciones efectuadas en la respuesta del turbo, algo que será muy importante en las pruebas especiales más sinuosas.
Por supuesto, todas estas evoluciones han sido validadas por los pilotos del equipo Peugeot Total, que seguirá contando con Carlos Sainz, Stéphane Peterhansel y Cyril Despres como destacados líderes. Algunos componentes del Peugeot 2008 DKR16 se probaron ya con éxito en los coches ganadores del China Silk Road Rally.