Preparación 4×4: Toyota Land Cruiser 250 «Marcial»

¿Sabías que entre 1989 y 1993 se fabricó en Portugal un Toyota Land Cruiser con motor VM derivado del BJ73 japonés? Aquejadas de problemas de falta de fiabilidad, estas unidades han pasado a mejor vida con más pena que gloria, si bien alguna de ellas nos demuestra que son una base excelente para una preparación.

Amediados de los años ochenta del siglo pasado, las normas de protección del mercado local representaban una barrera infranqueable para los todoterreno japoneses, importados en pequeñísimos «cupos» y a precios astronómicos. Solo en las Islas Canarias, consideradas «puerto franco», la importación estaba abierta. Para soslayar los «cupos» de importación, solo había una salida: fabricar en Europa, con la incorporación de piezas «locales» en una cantidad mínima determinada (del orden del 60 % en valor).

Sus creadores

Gabriel del Barrio (Ponferrada, León,1960) y Marieta San Juan (Alicante, 1964). Residentes en Almería. Profesión: Biólogos especialistas en ecología. Científicos en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
¿Cómo os enganchasteis al 4×4? Gabriel: Me gustó desde que era niño. Pero en mi primer trabajo, que fue en los Pirineos, mi herramienta principal era un Land Rover Serie I con el que iba por las pistas rojas de esquí (en verano) para llegar a mis zonas de trabajo. ¡Era un león! ¿Por qué elegisteis este Land Cruiser 250? Gabriel: Siempre me había gustado este modelo. Este coche concreto era de mi suegro e iba para el desguace en 2003. Mi esposa y yo vimos sus posibilidades y decidimos quedárnoslo. ¿Por qué esta preparación? Buscamos un vehículo robusto, fiable y ligero para viajes largos por regiones áridas fuera del entorno europeo. ¿Qué es lo que más os gusta del coche? Simplicidad, robustez, fiabilidad, potencia suficiente… Todo es mecánico, sin trazas de electrónica. Tiene un diseño de todoterreno sin concesiones ni compromisos. Además, ¡qué demonios!, es bonito. ¿Qué es lo que menos te gusta del coche? Honestamente, no sabemos qué responder. Los inclinómetros que vienen de serie solo sirven para preocuparse. Consume demasiado, atropella el aire en vez de cortarlo y cosas así. Pero son contrapesos en la balanza, no inconvenientes. Quizá el mayor problema es que no es un coche para uso cotidiano y requiere tener otro más utilitario. ¿Qué es lo próximo a mejorar? Estamos diseñando unas cajoneras de quita y pon que permitan pernoctar en el interior en caso necesario (tormenta de arena, etc.). También queremos instalar un depósito auxiliar de gasóleo para bajar el centro de gravedad y evitar los jerrycans. Cuando llegue el momento de sustituir las baterías, las nuevas serán AGM y las separaremos con un relé. Finalmente, creemos que un bloqueo de diferencial trasero sería definitivo para salir de apuros.
 

Así nació el Toyota Land Cruiser 250, derivado del BJ73 japonés, una iniciativa de Nipauto, el entonces importador oficial de la marca para la Península, que necesitaba crear una red de concesionarios y ofrecerles un producto para poder «alimentar» el negocio.

El socio industrial elegido para el proyecto fue Salvador Caetano, la prestigiosa empresa portuguesa radicada en Vila Nova de Gaia, junto a Oporto, y en cuyas instalaciones ya se fabricaban entonces los camiones Dyna y furgonetas Hiace bajo licencia de Toyota.

El ambicioso proyecto estaba bien planteado desde el punto de vista comercial, pues el mercado potencial de clientes abarcaba no solo España, sino también Portugal, Francia e Italia. Lamentablemente, la precipitada incorporación del «contenido local» (básicamente el grupo motriz) al vehículo japonés no fue la más adecuada, ya que las prisas por acabar el proyecto impidieron llevar a cabo el procedimiento, los ensayos y los protocolos de desarrollo habituales en un automóvil Toyota.

Con todo ello, los primeros «Land Cruiser 250» (ese fue el nombre elegido) llegaron a los concesionarios de la Península en 1988, impulsados por un motor turbodiésel de cinco cilindros y casi 100 CV, fabricado por Stabilimenti Meccanici VM en Trento (Italia), todo un torrente de energía para la época.

El aspecto del coche era imponente y, así, este atractivo TT japonés entró con fuerza en el mercado español, donde la competencia se limitaba a los robustos Nissan Patrol de la serie 260 fabricados en la zona franca de Barcelona y los Land Rover que Santana ensamblaba en su vetusta fábrica de Linares (Jaén). Tres años más tarde, el motor fue sustituido por un cuatro cilindros del mismo fabricante, con prestaciones mejoradas gracias a sus 115 CV y una mayor fiabilidad.

La combinación de insuficiente desarrollo en el acoplamiento del propulsor al vehículo y la pobre calidad del motor italiano provocaron numerosas averías en el grupo motriz (principalmente, aunque no solo, en las culatas), que la escasa implicación de Toyota Motor desde Japón (era un proyecto de los comerciales europeos) no ayudó a resolver.

Así que las averías y reclamaciones de los clientes provocaron la cancelación del proyecto y, con más pena que gloria, las últimas unidades del Land Cruiser 250 fueron liquidadas en 1993. Hasta ese momento se habían distribuido en la Península poco más de 5.000 coches, y unos pocos más en Francia e Italia, donde no tuvo la acogida prevista.

Ese mismo año, Toyota España (sucesora de Nipauto) decidió importar directamente desde Japón el 4Runner, un todoterreno equipadísimo para la época.

El coche que hoy traemos a nuestras páginas fue matriculado nuevo en junio de 1989 y perteneció hasta el año 2003 a un familiar de sus actuales propietarios, fanáticos de la vida al aire libre y de los todoterrenos «puros y duros», que decidieron darle un poco de cariño y una segunda oportunidad.

Este Land Cruiser ofrece importantes atractivos para emprender largas rutas lejos del asfalto. Pertenece a la línea industrial o heavy duty de la Serie 70, con transmisión reforzada y desarrollos más cortos. Por este motivo, la suspensión con ballestas en ambos ejes es robusta, fácil de reparar y protege los amortiguadores. Esta suspensión y sus dos ejes rígidos se adaptan muy bien al uso intensivo en pista, caminos y todo lo que no sea trial extremo. Adicionalmente, la concepción puramente mecánica del coche lo hace inmune frente a los caprichos de la electrónica.

En palabras de su propietario, «en los tiempos que corren es un dinosaurio que merece la pena preservar de la extinción».

La calidad del Land Cruiser de la Serie 70 (que actualmente sigue en producción) está fuera de toda duda, como demuestra su elección por organizaciones internacionales y humanitarias (y desgraciadamente también por organizaciones terroristas como AQMI). Además, el coche resulta reparable por cualquier mecánico, en cualquier escenario, con medios técnicos mínimos y con los materiales y herramientas que aporte el viajero. Toda la preparación gravita alrededor de ese argumento.

Toyota Land Cruiser 70

Pero la decisión más importante fue sustituir el motor VM por otro original de Toyota. Se barajaron varias posibilidades y parecía que el propulsor diésel atmosférico 1-HZ de 4.100 cm3 y 130 CV podía ser una buena opción; no en vano, es equipamiento original del HZJ73 fabricado en Japón, gemelo del Land Cruiser «portugués».

Finalmente y con mejor criterio, se instaló un motor turbodiésel 1KZ-TE procedente de un Land Cruiser 95 de 1998. Este compacto propulsor de cuatro cilindros resulta mucho más moderno y ligero que el voluminoso 1-HZ de seis cilindros en línea, ofrece casi la misma potencia, pero con un consumo inferior de gasóleo y puede instalarse prácticamente por detrás del eje delantero, con lo que la manejabilidad del vehículo mejora notablemente. En un primer momento, se adoptó una bomba de inyección procedente de un motor 2-LT (2.400 cm3, sobrealimentado), pero las prestaciones eran decepcionantes; faltaba caudal de gasóleo.

La solución definitiva llegó con el montaje de la bomba de inyección (completamente mecánica) de un 4Runner (con el mismo motor), que recibió una revisión completa antes de su instalación.

El cambio de motor y el resto de tareas mecánicas han sido llevadas a buen puerto en el taller de Gregorio Castillo, en Huércal de Almería (Almería), donde también fue sustituido el embrague y se reconstruyó la caja de cambios, reemplazando los sincronizados. Para asegurar la refrigeración del nuevo propulsor, se conservó el radiador de cobre original del coche (ofrece mejores posibilidades de reparación en lugares remotos), aunque sustituyendo todos sus paneles.

En las primeras pruebas y bajo fuerte exigencia, el motor se recalentaba, lo que dio muchos quebraderos de cabeza. En estos casos, la solución habitual pasa por instalar un radiador más grande, pero eso no tenía mucho sentido cuando las dimensiones del radiador de un KZJ73 son similares a las de un BJ73. Tras diversas pruebas, se adoptaron tres soluciones (manteniendo el renovado radiador con paneles de cobre) que han resuelto la situación.

La primera fue construir un canalizador de aire a medida para salvar la enorme distancia entre el ventilador (alejado por el menor tamaño del bloque) y el radiador, que se dejó en su posición original, tras la rejilla delantera.

La segunda fue sustituir el acoplamiento viscoso del ventilador y, finalmente, se reemplazó el termostato original, que abría en el intervalo de 82 a 95 ºC, por uno que trabajase entre 76 y 90 ºC, mejor adaptado a zonas cálidas.

Otras renovaciones menores pero igualmente necesarias han afectado a diversos componentes, como el cilindro maestro de frenos, tambores de freno traseros y silentblocks de soporte del nuevo motor. En la fatigada suspensión se flecharon las ballestas, se incorporó una hoja extra para su refuerzo y se reemplazaron los amortiguadores.

En una primera etapa se instalaron neumáticos M/T en medida 225/75-16″, equivalentes a los originales, que dieron buen resultado en pista. Sin embargo, el nuevo motor, con mucho más poderío que el original y con los desarrollos relativamente cortos montados de fábrica, circula muy revolucionado en carretera. Eso se traduce en consumos elevados (cercanos a 14 l/100 km) y ruido en el interior.

En el momento de nuestra prueba, se estaban homologando nuevos neumáticos de medidas 235/85-16″, que alargan el desarrollo un 9,73 %, con separadores de rueda de 30 mm de espesor para aumentar las vías (muy estrechas en el coche original) y mejorar la estabilidad. Adicionalmente, para evitar que los neumáticos sobresalgan por los laterales de la carrocería, ha sido necesario instalar aletines en fibra de vidrio. Por su parte, el interior se ha remozado por completo.

¿Cómo va?

Toyota LAnd Cruiser 73

Este veterano Land Cruiser resulta sorprendentemente cómodo para viajar a velocidades de unos 120 km/h, acelera bien y adelanta con seguridad. Los frenos son suficientes; sin más. Es alto y relativamente estrecho, y con sus neumáticos MT de perfil alto requiere tacto y atención, sobre todo con asfalto mojado.

Lejos del asfalto es un titán, mucho más eficaz y confortable que el original. Las ballestas absorben los baches mucho mejor de lo que podría esperarse, y tanto los ocupantes como la carga llegan en buen estado. La potencia del nuevo motor le permite resolver despacio y con desahogo la mayoría de las situaciones, aunque la caja de cambios procede de un motor atmosférico y tiene relaciones muy abiertas, lo que no siempre permite que el turbo sople con suficiente presión. En esos casos (casi siempre en el cambio de segunda a tercera), hay que revolucionar un poco más el motor en el momento de efectuar el cambio.

En pista rápida y bacheada, su amplia batalla ofrece aplomo y buena estabilidad. Las zonas de franqueo extremo no son su terreno predilecto, pues las ballestas tienen un recorrido limitado y no es difícil que los neumáticos queden en el aire. No obstante, este Land Cruiser puede superar sin despeinarse trialeras que dejarían encallado a cualquier todoterreno del actual catálogo.

Hace unos meses, el coche ha superado con nota su prueba de fuego: un exigente viaje a las ardientes arenas del Erg Chebbi (Marruecos). Allí, en el corazón del Sahara, este rejuvenecido Land Cruiser remontó sin inmutarse las más altas dunas, superó ríos de arena, disfrutó gas a fondo en las pistas rápidas cercanas a la frontera argelina y devolvió sanos y salvos a sus pasajeros a casa, con una enorme sonrisa.

CARROCERÍA

Aletines en fibra de vidrio 230€
Baca africana 415 €
Amortiguador hidráulico para portón trasero 95 €
Pintura completa de carrocería y techo 1.700€
Sustitución de la junta de goma del parabrisas 100€

INTERIOR

Fundas de poliéster Safari para asientos delanteros y traseros 65 €
Red interior de techo 10€
Bombilla LED plafón 20€

MOTOR

Motor 1KZ-TE procedente de desguace, sin bomba inyectora 2.900€
Bomba inyectora procedente de desguace y reconstruida 465 €
Canalizador a medida en fibra de vidrio y pequeños componentes de instalación 700€
Sustitución de paneles del radiador 350€
Toma elevada de admisión en tubo soldado 150€

FILTRO CICLÓNICO DONALDSON PARA TOMA ELEVADA

Sustitución del acoplamiento viscoso del ventilador 400€
Termostato 76-90 ºC 60€

NAVEGACIÓN/ SISTEMA ELÉCTRICO

Faros auxiliares Hella Comet FF200 110€
Relé separador de baterías Victron Cyrix-i 12/24 – 120 A  50€
Toma auxiliar 12 V con 2 enchufes DIN + USB 30€
Tableta Navigattor Camel 8 con ventosa RAM 480€
GPSMAP Garmin 78s con soporte para coche 300€
Radio CB 27 MHz President Johnson II 145 €
Antena 27 MHz Sirio AS 145 PL con anclaje 35 €

NEUMÁTICOS Y LLANTAS

5 Neumáticos BF Goodrich M/T KM2 Medida 235/85-16 120 Q 925 €
4 separadores de rueda en aluminio Hofmann 30 mm 350€

SUSPENSIÓN

Flechar ballestas y añadir hoja extra 300€
Juego de amortiguadores LIP 300€
 

FICHA TÉCNICA

MOTOR

Marca

Toyota (Serie VM)

Tipo

1-KZ-TE (Serie: HR-588-HTA 66A).

Disposición

Cuatro cilindros en línea longitudinal. Bloque fundición, culata aleación ligera. Doble árbol antivibrador en bloque (serie: cinco cilindros en línea, con bloque de fundición y culatas independientes)

Ciclo

Diésel

Alimentación

Inyección indirecta. Bomba rotativa Denso mecánica y turbocompresor (serie: bomba Bosch)

Diámetro x carrera

96 x 103 mm (serie: 88 x 82 mm)

Distribución

Árbol de levas en culata accionado por correa dentada. Dos válvulas por cilindro (serie: árbol de levas lateral, distribución por cadena)

Desplazamiento

2.982 cm3 (serie: 2.494 cm3)

Par máximo

289 Nm a 2.000  r.p.m. (serie 220 Nm a 2.600 r.p.m.).

Potencia máxima

125 CV a 3.400 r.p.m. (serie 99 CV a 4.000 r.p.m.).

TRANSMISIÓN

Caja de cambios

Manual de cinco velocidades y marcha atrás.

Tránsfer

Dos velocidades: largas (1,00) y cortas (2,295).

Tracción

Trasera, con eje delantero conectable. Diferencial trasero autoblocante.

CARROCERÍA

Chasis

Independiente, de largueros de acero y seis travesaños en escalera.

Carrocería

De chapa de acero, atornillada al chasis mediante 8 silentblocks.

Suspensión delantera

Eje rígido guiado por dos conjuntos de ballestas semielípticas. Amortiguadores hidráulicos.

Suspensión trasera

Eje rígido, guiado por dos conjuntos de ballestas semielípticas. Amortiguadores hidráulicos.

Frenos

Discos delante y tambores detrás. Servofreno.

Neumáticos

235/85-16 120/116 Q en llantas de chapa de 6 x 16, con separadores de rueda de 30 mm (serie 205/80-16).

DIMENSIONES

Longitud

4.566 mm (serie: 4.350 mm).

Batalla

2.600 mm.

Altura

2.020 mm (serie 1.955 mm).

Anchura

1.760 mm (serie 1.690 mm).

Vía delantera/ trasera

1.475/1.460 mm (serie: 1.415/1.400 mm).

Tara

2.012 kg (serie 1.835 kg).

Capacidad de combustible

90 litros.

LA OPINIÓN TT

Los problemas de fiabilidad de los Land Cruiser «portugueses» han hecho que la mayoría de ellos acabaran en desguaces prematuramente. Teniendo en cuenta que la estructura, las suspensiones y la mayoría de los componentes del vehículo son idénticos a los de los Land Cruiser japoneses, invertir en cambiar lo que no vale y conservar o mejorar lo que vale te asegura poder disfrutar de un vehículo de buenas capacidades off-road y soberbia fiabilidad durante muchísimos años. La preparación que te mostramos es un excelente trabajo que puede servir de ejemplo a los afortunados que tengan acceso al vehículo. Puestos a mejorarla, no sería mala idea montar un bloqueo de diferencial trasero y un cabrestante.

Land Cruiser

Vehículo base

Coste de la preparación

Calidad de realización

Versatilidad

Total

Toyota Land Cruiser

 

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