El Audi A1 Sportback es el modelo más pequeño de Audi. Con una carrocería de cinco puertas y 4,02 metros de largo, este modelo comparte mecánicas y plataforma con otros modelos del Grupo Volkswagen, como el Seat Ibiza, el Volkswagen Polo o el Skoda Fabia, pero también con otros SUV como el Seat Arona, los Volkswagen T-Cross y Taigo o el Skoda Kamiq.
El Audi A1 Sportback se denomina porque también existe otra variante, denominada Audi A1 Allstreet que se diferencia por contar con cierta apariencia SUV, con una carrocería un poco más elevada y diferentes protecciones por la carrocería que le dan un aspecto más campero. El A1 Allstreet cuesta, según versiones, unos 2.100 euros más que el A1 Sportback.
En esta ocasión, hemos probado la versión 25 TFSI. Hace unos años, Audi decidió cambiar estas denominaciones para relacionarlas con el nivel de potencia, y no con la cilindrada. El 25 es el número más bajo de la gama, y en este caso corresponde a un motor 1.0 turbo de tres cilindros con 95 CV y 175 Nm asociado únicamente a un cambio manual de cinco marchas.
No tiene sistema de electrificación alguno, motivo por el que este Audi A1 Sportback 25 TFSI tiene etiqueta C de la DGT, como ocurre con todos sus hermanos de gama en la actualidad. Se vende con dos acabados: Advanced y Adrenalin. Con el primero cuesta 26.620 euros; el segundo tiene un sobrecoste de 3.090 euros.
Así es por dentro el Audi A1 Sportback 25 TFSI
El interior tiene un diseño muy similar al d otros modelo de Audi. Hay una pantalla central de buena calidad y desde la que se manejan cosas como el equipo de audio o la conexión del móvil, pero también hay botones para el climatizador o para desconectar, por ejemplo, el Stop&Start.
Todo es bastante sencillo de manejar, y la instrumentación, que también es digital, ofrece una buena cantidad de información y lo hace de una forma clara y concisa. Tienes mucha información, y la tienes como siempre se ha tenido, sin grandes alardes de diseño que en otras marcas sirven, básicamente, para liarte. En el A1 no es así. Todo lo que quieras consultar lo podrás consultar, y lo podrás hacer con facilidad. No era tan complicado, ¿verdad?
Las plazas traseras son buenas para dos personas, pero no hay anchura para que tres adultos vayan cómodos. Pero, en realidad, van a ir tan mal como en cualquiera de sus rivales. Por espacio para las piernas o altura, cumple sin problema. Y, con 335 litros de capacidad, el maletero también se sitúa en la media, por lo que no está nada mal.
¿Y por calidad? ¿Hay tanta diferencia respecto a otros urbanos para explicar esa diferencia de precio? Es cierto que el Audi A1 emplea materiales más agradables sobre todo en las zonas más visibles y que sus ajustes son muy buenos, además de que todo está bien rematado. Está bien hecho. Pero, sin duda, en la diferencia de precio hay más de imagen de marca que de calidad como tal.
Así va el Audi A1 Sportback 25 TFSI
El Audi A1 Sportback es un coche fabuloso desde el punto de vista del comportamiento: ágil y noble a partes iguales, es tan preciso como fácil de conducir. No es que cueste sacarle de sus casillas, es que sólo lo vas a conseguir si lo provocas a conciencia. De lo contrario, no hay forma. Va muy bien, y hasta tiene cierto tacto deportivo.
A cambio, no es de los más cómodos. Parte de la culpa de ese gran comportamiento es de una suspensión relativamente firme, cuya dureza se incrementa más aún con las llantas de 18 pulgadas que llevaba nuestra unidad. No es que sea un coche seco ni insufrible, y hasta puedes hacer un largo viaje sin problema. Pero sí es cierto que hay otros coches más cómodos si preferimos esa comodidad a un comportamiento tan ejemplar y con un tacto levemente deportivo, como un Skoda Fabia, un Toyota Yaris o un Citroën C3.
¿Y el motor? ¿Se quedan escasos los 95 CV? Pues lo cierto es que los 175 Nm de par que ofrece su motor 1.0 turbo llegan a sólo 1.600 rpm, y eso hace que sea un motor muy voluntarioso a bajo y medio régimen. Por ciudad y alrededores se mueve con soltura y agilidad, y unas relaciones de cambio adecuadas en esas primeras marchas hacen que no vayamos a echar en falta mucha más potencia.
En carretera, a ritmos normales, también se defiende bien. Sin embargo, sí es cierto que la quinta relación tiene un desarrollo más largo para favorecer el consumo, y eso hace que tengamos que jugar un poco más con el cambio para aprovechar mejor esa zona alta del cuentavueltas donde están sus 95 CV. No es tanto que se quede escaso como que se vuelva un poco más exigente con el cambio. Después, 95 CV pueden ser suficientes para un modelo que pesa 1.175 kilos.
Tiene otras cosas buenas. Por ejemplo, no es ruidoso ni vibra en exceso, y eso que es un motor de sólo tres cilindros. Pero, sobre todo, gasta poco. Moverse en medias de entre 5,5 y 6 L/100 km es fácil, y eso no está nada mal para un coche de sus características.
Veredicto del Audi A1 Sportback 25 TFSI
Ya hemos visto que el Audi A1 Sportback 25 TFSI puede ser un coche perfectamente válido para usar a diario, y que en carretera no va mal. Destaca más por comportamiento que por comodidad, está mejor hecho que la media y es tan espacioso como muchas de sus alternativas.
La cuestión es que tiene un precio elevado. Es lo que tiene ser un Audi. El producto sin duda está muy afinado, pero el precio también es una forma de dotarle de ese plus de exclusividad que estas marcas también necesitan para diferenciarse.
Eso sí, y ya que nos metemos en harina, hay que tener en cuenta que por 1.350 euros más hay un A1 30 TFSI de 116 CV y cambio manual de seis marchas. Sin duda, es poco dinero para lo que vamos a ganar.
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