Opel Meriva 1.4 Turbo 120 Enjoy

Su principal ventaja era que ofrecía un amplio y bien aprovechado espacio interior… en apenas cuatro metros de longitud. Posteriormente, llegaron rivales para el Opel: Lancia Musa, Renault G. Modus, Citroën C3 Picasso… que fueron dejando desfasado al Meriva. Por eso, en su segunda generación, este Opel es ahora muchísimo más amplio y grande -mide 4,28 m de largo: 23 cm más que su antecesor… y apenas 6 cm menos que un Renault Scénic- y, además, ofrece un ‘extra’ frente a sus rivales: el sistema de apertura de puertas FlexDoor. Las puertas traseras que se abren en sentido contrario al habitual -y que hemos probado a conciencia- con las que, además de un diseño ‘diferente’, se consigue que el espacio de acceso a las plazas traseras sea muy amplio. Sin embargo, el Meriva tiene un punto débil: hasta septiembre no llegarán sus motores diesel ‘estrella’, el 1.3 CDTI  de 95 CV y los 1.7 CDTI de 110 y 130 CV con cambio manual.

Por dentro y por fuera

Su figura exterior destaca por la apertura de sus puertas, que tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Por ejemplo, si aparcas en batería, los ocupantes de las  plazas delanteras y traseras se encontrarán con el problema de salir al mismo tiempo por un único y estrecho espacio. Sin embargo, dejar una bolsa o la chaqueta en el asiento trasero antes de ponerse al volante es más rápido y cómodo. Además, meter una sillita infantil y sujetar al niño con el cinturón de seguridad es más fácil con estas puertas.

Desde el acabado Enjoy incluye de serie una guantera central que puede deslizarse sobre un carril ubicado entre los asientos -de esta forma, los pasajeros traseros también pueden depositar objetos- e, incluso, extraerse. Además, bajo ella hay un hueco para una botella, un bolso…

Ahora emplea plásticos mullidos, los mandos tienen mejor tacto y los ajustes son buenos, pero no excelentes. El diseño es similar al de los Astra e Insignia: moderno, con una instrumentación deportiva y exceso de botones.

Cómo va

El Meriva estrena un motor turbo gasolina de 120 CV. Tiene buena respuesta desde bajas revoluciones -eso lo hace más agradable de utilizar- y durante la prueba el consumo no superó los 7,5/8 litros. El cambio es manual de cinco marchas; su palanca queda muy a mano y es preciso, aunque sus recorridos son largos.

El Meriva emplea la plataforma del Opel Corsa, aunque con una distancia entre ejes 15 cm más larga -para ganar espacio interior- y nuevas suspensiones. En carretera parece un monovolumen más grande: comodísimo, aplomado… pero no muy ágil. La dirección es muy correcta y los frenos, suficientes.

¿Y en diesel?
De momento, no son recomendables: el 1.3 CDTi de 75 CV se queda corto y el 1.7 CDTi de 100 CV con cambio automático cuesta 2.450 – más que el 1.4 Turbo de nuestra prueba… y no lo amortizarás porque, además, gasta 0,3 l/100 km más. Lo mejor es esperar a la llegada de los nuevos en septiembre.

Veredicto

Ficha técnica y gama

Lo que otros no te cuentan

¿Qué añadirle? De serie lleva unas llantas de chapa y 16″… pero por 350 – pueden ser de aluminio y, por 700e, hay otras de 17″.

Techazo de cristal. Llega hasta las plazas traseras -mide casi dos metros de largo-, es opcional y tiene una cortina inferior que lo cubre. Cuesta 800 -.

¿Más equipado? Por 1.425 – más, el acabado Cosmo añade climatizador, faros antiniebla, el volante de cuero, las llantas de 16″, mesitas traseras… .

Modularidad. Salvo el asiento del conductor, todos los demás se pueden ocultar bajo el piso. Hay muchos huecos para objetos.

Equipamiento. Sólo desde ese acabado puede llevar climatizador -400 –, elevalunas traseros -250- o Bluetooth -275 –.

¿Cuánto cambia? Un 100% tanto en el interior como en el exterior y un 80% en marcha.

Rivales

Diseño, buena calidad, amplitud.

Tacto del cambio, ESP opcional.

Precio, aprovechamiento del espacio.

Falta un motor de gasolina más potente.

Espacio interior, comodidad en carretera.

Diseño del interior, ESP opcional.

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