Los prototipos suelen ser coches muy espectaculares y algunos diseños siguen impresionando a día de hoy: te presentamos 25 concept cars que nos volvieron locos y aún lo siguen haciendo.
Hay veces que, la presentación de un concept cars está más o menos prevista y adelanta muchas de las cosas que se verán en un futuro modelo de producción. Sin embargo, en otras ocasiones la aparición de un nuevo prototipo que sirva como ejercicio de diseño o demostración de las capacidades de una marca en concreto nos deja impresionados por su belleza o sus características técnicas. A continuación te presentamos 25 que nos dejaron boquiabiertos sin importar el año en el que los conocimos:
Debutó en el Salón de Tokio de 1991 y podría decirse que fue el precursor del actual Audi R8. Estaba fabricado en aluminio y equipaba un motor central W12 de 6.0 litros que entregaba una potencia de 509 CV. Actualmente está expuesto en el museo de la marca en Ingolstadt, Alemania.
Lo vimos en el Salón de Ginebra de 2003 y adelantó las intenciones de la marca italiana de lanzar un SUV, algo que ha ocurrido recientemente con el Stelvio. Debajo del capó disponía de un propulsor V6 de 3.2 litros y 235 CV. Incorporaba tracción total y una caja de cambios secuencial de seis velocidades.
Bruselas fue el escenario de su presentación y se trataba de un modelo retro pero a la vez futurista diseñado por Pininfarina. Tenía una caja de cambios manual que se encargaba de gestionar una potencia de 220 CV, extraídos de un bloque turbo gasolina de 2.0 litros con cuatro cilindros en línea.
Actualmente hay algún ejemplo de todoterreno descapotado, pero en el 2001, cuando fue exhibido por primera vez este modelo japonés, era toda una utopía. Además, era híbrido: su propulsor de 2.0 litros se combinó con 2 motores eléctricos y una tracción a las cuatro ruedas.
Fue presentado en Detroit, allá por el año 2001. Lo que más llama la atención es su extraño diseño exterior; no obstante, también brilla su propulsor: un bloque de gasolina V8 de 5.7 litros con una potencia de 353 CV. La propulsión era trasera y aceleraba de 0 a 100 km/h en 6,0 segundos.
Extrañísimo prototipo que disponía de una segunda fila de asientos orientada en sentido contrario a la delantera, de tal forma que se entraba a través del portón trasero -solo tenía puertas laterales para conductor y pasajero-. Tenía motores de 3 cilindros, aunque eran poco potentes.
El lugar elegido para darlo a conocer fue Norteamérica en el año 1991. Estaba basado en el Lotus Esprit, y su motor turboalimentado de 2.2 litros entregaba una potencia de 265 CV. Equipaba una transmisión manual de cinco velocidades que enviaba la fuerza al eje posterior.
Este deportivo alemán data de 1965 y su nombre se debe a que tomó prestado el chasis del Shelby Cobra. Bajo el motor, un propulsor V8 de 4.7 litros acoplado a una caja de cambios manual de cuatro velocidades. Contaba con suspensión independiente en el eje delantero y en el trasero.
Uno de los más recordados de toda la lista. Debutó en el Salón de París de 1988 y era todo un superdeportivo. Equipaba un motor central biturbo de 2.8 litros y 6 cilindros en V con 670 CV de potencia. Tenía una caja manual de seis velocidades y lo más sorprendente es que podía alcanzar los 350 km/h de velocidad máxima.
Este pequeño descapotable podría recordar en ciertos detalles estéticos al Google Car. Fue visto por primera vez en el Salón de Frankfurt de 2003 y su motor híbrido era bastante prestacional: de 0 a 100 km/h en 8,6 segundos y una velocidad punta de más de 200 km/h.
El lugar de su presentación, hace ya 19 años, fue Norteamérica. Se desarrolló con la idea de crear un muscle car futurista, y para ello le instalaron una mecánica V8 de 5.7 litros con una potencia de 315 CV. Ésta estaba gestionada por una transmisión manual de 5 velocidades, con la que aceleraba de 0 a 100 km/h en 5,5 segundos.
Este superdeportivo italiano estaba basado en el 550 Maranello y fue exhibido en el año 2000, en el Salón de París. Su motor V12 de 5.5 litros y 480 CV de potencia estaba acoplado a una caja de cambios manual de 5 relaciones, que enviaba la fuerza al eje trasero. Su diseño podría pasar por actual todavía a día de hoy.
Fue presentado hace casi cinco décadas, y aunque en este momento su imagen acuse el paso del tiempo, estaba bastante adelantado a su época. Tenía un motor de 3.0 litros y 6 cilindros en línea con 160 CV gestionado por una transmisión manual de 4 marchas. Estaba realizado, en parte, en fibra de vidrio.
El verano del lejano 1981 fue testigo de la presentación de este modelo alemán tan extraño. Su gran altura y porcentaje de superficie acristalada le daban un aspecto de vitrina con ruedas. ¿El motor? Un bloque de 1.0 litros con 3 cilindros que entregaba unos míseros 40 CV de potencia.
A pesar de su nombre, este prototipo desvelado en 1992 no tiene absolutamente nada que ver con el Focus actual. El lugar escogido para mostrarlo por primera vez fue Turín -Italia-. Se basó en el Escort RS Cosworth y su mecánica de 2.0 litros desarrollaba 230 CV. Tenía llantas de aleación de 18 pulgadas.
El Salón de Ginebra de hace 17 años fue el testigo de la puesta en escena de este deportivo italiano diseñado por Bertone. Estaba construido sobre el chasis del 166 y su interior disponía de 2+2 plazas. Su propulsor era algo serio, con un 3.0 V6 de 230 CV gestionados por una caja manual.
Preparación especial que se dio a conocer en el SEMA Show de 1985. Su mecánica de 3.8 litros y 6 cilindros en V fue desarrollada, en parte, por McLaren: tenía 360 CV. La tracción era a las cuatro ruedas y la encargada de dominar toda su potencia era una transmisión automática de 4 relaciones.
¿Te imaginas un monovolumen sobrepotenciado dando vueltas a un circuito? Pues para eso era este modelo presentado en París en 1994. Equipaba un motor de Fórmula 1 de 3.5 litros y 820 CV, propulsión trasera, un kit aerodinámico específico y su peso fue rebajado hasta los 1.300 kg.
Prototipo presentado en el Concurso de Elegancia Villa d´Este e inspirado en el mítico BMW M1. Las llantas, los faros y el frontal eran una reproducción muy buena de este clásico. En su momento no hubo detalles de su motor, por lo que se quedó en un estupendo ejercicio de diseño.
Debutó en el Salón de Frankfurt de 1973 y estaba construido a partir del Audi 80. Debajo del capó no escondía nada del otro mundo: sus motores fueron de 1.3 y de 1.5 litros acoplados a una caja de cambios manual. Eso sí, su diseño, muy cuadrado, rebosaba personalidad por los cuatro costados.
Si hay algún nombre que pueda llamar la atención en un coche, ese es el de Cheetah, un tipo de guepardo que sugiere rapidez. El Salón de Ginebra de 1971 fue elegido para mostrar por primera vez este roadster con motor de 1.6 litros de 50 CV. Su techo era translúcido.
Deportivo descapotable alemán de 1995 cuyo frontal recordaba enormemente al BMW Z3 de la época. Eso sí, el motor era muy potente: se trataba de un propulsor con 8 cilindros en V que desarrollaba 360 CV. Tenía tracción a las cuatro ruedas y una transmisión manual de 5 relaciones.
Deportivo híbrico biplaza al que vimos en la capital de Francia hace aproximadamente seis años. Disponía de cuatro motores eléctrico que, a la vez, desarrollaban una potencia conjunta de 778 CV. También poseía un motor térmico para alimentar sus baterías. Apareció en una película de James Bond.
Sorprendente concept car con una mecánica 100% eléctrico cuya mayor peculiaridad era la de disponer en su frontal de un proyector de cine para poder ver películas cuando se desease. Fue presentado en 2012 en el Salón de París y era descapotable. Presumía de la estética de la actual gama de Smart.
Fue creado para celebrar el 40 cumpleaños del motor rotativo de Mazda. Presentado en Detroit en 2008 y basado en un coche de carreras de Le Mans, el Furai Concept disponía de un motor de tres rotores capaz de entregar una potencia máxima de 450 CV y de alimentarse con etanol E100.