Atrás quedaron los años en los que las compañias de seguros ofrecían una póliza única y estandarizada: Hoy en día, la segmentación ha llegado a un punto en el que los productos de las aseguradoras parecen casi personalizados. Pero tanta oferta es un arma de doble filo: Por un lado, el cliente paga únicamente por lo que necesita pero, por otro, elegir entre tantos seguros puede ser una tarea complicada.
La primera decisión que hay que tomar al contratar un seguro es decidir si nos basta con una póliza a terceros o si, por el contrario, preferimos un seguro a todo riesgo. El seguro a terceros es obligatorio por ley y normalmente solo cubre los daños que puedan causarse a otro vehículo o persona. En cambio, el seguro a todo riesgo también cubre los daños que pueda sufrir tu vehículo. La elección de una póliza u otra dependerá de las características de tu coche, de tu presupuesto y del nivel de seguridad que desees tener.
El seguro a terceros
El seguro de responsabilidad civil básico normalmente solo cubre los daños que puedas provocar en un accidente. Génesis recomienda este tipo de poliza para los propietarios de vehículos con más de seis años de antigüedad, ya que después de este tiempo el coche suele haberse devaluado tanto que, si sufres un accidente de gran envergadura, lo más probable es que se declare el vehículo como siniestro total; en tal caso, la indemnización que recibirás será bastante pequeña.
Pero no todos los seguros a terceros se limitan a cubrir los daños del contrario: Algunas compañías ofrecen seguros que, a la cobertura de terceros, añaden sucesos como la rotura de las lunas, robo o incendio, ofreciendo un compromiso entre el precio ajustado y el servicio. Génesis recomienda el suyo para quien tenga un coche con menos de cinco años y necesite ahorrar contratando un seguro a terceros.
El seguro a todo riesgo
Como indica su nombre, el seguro a todo riesgo indemnizará los daños que le causes a terceros pero también cubrirá los percances que sufra tu vehículo. Este seguro de coche es el más indicado si tienes un vehículo de menos de tres años o si es de alta gama. Sin embargo, hay todo tipo de pólizas a todo riesgo: Por eso es importante que te asegures de que comprendes qué cubre y qué no y, sobre todo, el valor máximo indemnizable.
Algunas compañías ofrecen un seguro a todo riesgo con franquicia; desde Génesis la consideran una alternativa interesante para aquellos conductores con un buen historial de conducción. Esto se debe a que las averías pequeñas no se suelen contabilizar en el historial de conducción que tiene de ti la aseguradora, con lo que te beneficiarás de los sistema de bonus-malus. Dado que la franquicia consiste en que tú pagas una parte de los daños que ha sufrido tu coche, es importante que establezcas claramente el importe máximo que estás dispuesto a pagar. Deberás tener especial cuidado con aquellas franquicias cuyo desembolso se exprese teniendo en cuenta un porcentaje de los daños: Deberás sacar tus cuentas y asegurarte de que el importe que deberás pagar en caso de siniestro es asequible.
Fuente: Génesis