¿Cómo saber si los frenos de mi coche están en mal estado?

Los frenos puede que sean el segundo elemento más importante en la seguridad de un vehículo, sólo por detrás de los neumáticos. Veamos cómo saber si los llevas bien.

Poca gente se preocupa de los frenos de su coche. Cualquier mantenimiento que requieran, es efectuado únicamente cuando el taller de turno informa de que sería conveniente realizar cualquier intervención en ellos.

Bien, ¿cómo puedes saber tú mismo si los frenos de tu coche están en mal estado? Bueno, hay varias formas, o varios síntomas de que algo no va bien.

  • Puedes comprobarlo visualmente. Si tu coche lleva llantas de radios lo suficientemente estrechos como para poder ver a través de ellos, podrás visualizar tanto el disco de freno como la pastilla de freno exterior, que es lo que está dentro de la pinza. En el caso de los discos, debes comprobar que no tienen grietas ni demasiada rebaba, es decir, demasiada diferencia entre la superficie del propio disco (que es la que se desgasta) y el borde del mismo. Pero ojo al tocarlo si está caliente porque te puedes quemar. En cuanto a las pastillas, la distinguirás porque es el elemento que está directamente en contacto con el disco (lo toca). Una pastilla nueva tiene un grosor aproximado de 15 mm. Por debajo de 3 o 4 mm de grosor convendría sustituirlas.

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  • No obstante, muchos coches cuentan con un testigo de desgaste incorporado en la propia pastilla. Una vez que se alcanza ese testigo, o bien produce un ruido característico, o bien se enciende el aviso correspondiente en el cuadro de mandos del vehículo, o incluso aparece un mensaje que recomienda la intervención.
  • En marcha hay varios síntomas que pueden indicar que algo no va bien con los frenos. Si al frenar escuchas un chirrido, puede que las pastillas estén llegando al final de su vida útil, aunque también puede deberse a que se han cristalizado por vejez del material o por haber sufrido cambios muy bruscos de temperatura. En cualquiera de los casos, se requiere una sustitución. En cuanto a los discos, si vibra el pedal de freno cuando lo pisas, o notas en él unas pulsaciones, es claro indicativo de que los discos se han deformado y requieren reemplazo.
  • Por último, un gran olvidado, el líquido de frenos. Este elemento es habitualmente poco tenido en cuenta, pero mira el libro de mantenimiento de tu coche y verás que se recomienda cambiarlo cada cierto tiempo, normalmente cada entre dos y cuatro años, aunque es más recomendable hacerlo cada dos. No puedes saber con precisión en qué estado se encuentra, pero si abres su depósito y visualmente lo ves muy turbio, es probable que esté ya para cambiar. El líquido es amarillo y debe tener un tono clarito.

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