En el funcionamiento del motor intervienen muchos elementos sincronizados entre sí y existen varios circuitos hidráulicos que deben utilizar un filtro, para que las impurezas que se generan sean filtradas, y no acorten la vida útil de los componentes. Además, para que un motor funcione y se pueda producir la combustión interna, necesita aire y combustible, que deben ser también filtrados de impurezas.
Por lo tanto, existen muchos filtros en un vehículo, cuya misión es atrapar las impurezas de los fluidos y del aire que pasan al motor y al habitáculo.
¿Cuántos filtros puede llevar un vehículo?
Filtro del aire
Es el encargado de filtrar las partículas abrasivas que pueda contener el aire que entra en el motor. Un filtro de aire que esté en buen estado, va a garantizar que el aire que entra en el motor sea limpio y que la combustión se produzca en las mejores condiciones, consiguiendo que el consumo y las emisiones contaminantes sean las que indica el fabricante. Es recomendable cambiarlo cada año, pero dependerá del uso que se le dé al vehículo y los lugares por donde circule, ya que, si se utiliza por caminos agrícolas o zonas polvorientas, tendrá que ser sustituido de una manera más periódica.
Filtro del aceite
El paso del tiempo y los kilómetros provoca un desgaste en el motor y, por consiguiente, se desprenden pequeñas partículas metálicas que se depositan en el aceite. El filtro de aceite se encarga de retener estos restos metálicos para impedir que puedan dañar algunos componentes del motor y provocar una avería grave.
Hace años se recomendaba cambiar el filtro cada dos cambios de aceite y se realizaba cada mantenimiento entre 10.000 y 15.000 kilómetros, pero en la actualidad, se aconseja cambiarlo cada vez que se sustituye el aceite de motor, debido a que los mantenimientos en vehículos modernos se realizan en un periodo más prolongado (hasta 30.000 kilómetros según indicaciones de fabricante), debido a que los aceites que se utilizan son mejores y el filtro de aceite se fabrica de mayor calidad.
Filtro del combustible
Se encarga de filtrar el combustible, ya sea diésel o gasolina. En un vehículo diésel, el filtro de gasoil elimina el agua que puede contener el gasoil, evitando la corrosión de las piezas metálicas y filtra de impurezas que pueda llevar el combustible.
En un vehículo de gasolina, el filtro impide simplemente que las impurezas que pueda llevar la gasolina pasen a los componentes de inyección del motor y hay que destacar que existen vehículos que carecen del mismo.
En la actualidad, los fabricantes de vehículos recomiendan sustituir el filtro de gasoil entre 40.000 y 120.000 kilómetros, aproximadamente, y en vehículos de gasolina se recomienda sustituirlo cada 20.000 kilómetros (si lo lleva), pero ese intervalo puede variar en función de las indicaciones del fabricante del vehículo.
Filtros de habitáculo
También denominado filtro de Polen es un filtro que garantiza la salud de los ocupantes y es igual o más importante que los demás filtros del vehículo. Se encarga de filtrar las partículas de polvo y polen que hay en suspensión en el aire ambiente, impidiendo que pasen al interior del habitáculo. Este filtro resulta esencial sobre todo para personas alérgicas, proporcionando limpieza y comodidad en el interior.
Debe ser sustituido cada año o incluso antes, dependiendo por las zonas donde circule el vehículo y si el filtro que montamos es de carbón activo o de papel convencional.
Combate la alergia en el coche: mantén el filtro antipolen en perfecto estado