Toyota Land Cruiser 250 BJ73: inmortal… o casi

Construido en Japón para todo el mundo, el Toyota Land Cruiser 250 BJ73 se produjo en Portugal para toda Europa. Aunque este clásico de la automoción presentaba algunos importantes problemas de fiabilidad, se trata de una base muy sólida que, con una serie de precauciones, puede convertirse en un vehículo casi inmortal.

El Toyota Land Cruiser 70 se encontró en nuestro país con los famosos cupos de importación que regían en los años 80 y 90 para proteger la industria nacional y europea. Para solucionarlo, el fabricante japonés se asoció con el portugués Salvador Caetano, que comenzó a ensamblar los vehículos en Portugal adoptando un motor italiano firmado por VM, de forma que este Land Cruiser podía comercializarse libremente en nuestro país.

Se trata de una evolución del veterano BJ, con un planteamiento donde prima la robustez y se huye de lo superfluo. Las unidades portuguesas se identifican además como la serie «250».

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Bajo un sólido chasis de largueros y travesaños con una carrocería atornillada encima encontramos dos ejes muy robustos guiados por ballestas, un binomio construido para durar.El motor mueve con soltura las más de dos toneladas del vehículo y presenta incluso un consumo de unos 13 litros; un valor más que razonable para la época pero demasiado elevado según los estándares actuales.

Pero el problema del motor VM no es tanto su consumo como su fama de falta de fiabilidad. En realidad, estos problemas tienen más que ver con los excesos a la hora de dar gas y la ausencia de un mantenimiento adecuado, situaciones que en anteriores mecánicas de la marca italiana no había que tener tanto en cuenta. Así que si lo tratas bien, el motor será igualmente generoso contigo.

Relativamente confortable

Si pensamos en los estándares de la época, el interior es relativamente confortable y permite largas travesías en las plazas delanteras, aunque no tanto en las traseras cuando se trata de adultos. Realmente, el problema no es tanto la falta de espacio como la sequedad de las ballestas y el escaso aislamiento acústico. Eso sí, se puede mantener una conversación con relativa facilidad.

El maletero es apto para cinco personas, máxime si tenemos en cuenta la altura disponible si instalamos, previamente, un separador para las zonas de pasajeros y carga. Sus formas, además, son muy aprovechables, por lo que resulta sencillo instalar cajoneras u otros sistemas de almacenamiento.

El techo desmontable de fibra permite una configuración muy interesante para el verano o para zonas de playa, si bien la operación de desmontaje resulta muy poco práctica. No se trata de un elemento pensado para poner y quitar frecuentemente, sino para que elijas la configuración que deseas (con techo o sin él) y la mantengas indefinidamente.

De cara al confort, cabe mencionar que no todas las escasas unidades disponibles en el mercado cuentan con aire acondicionado, algo que deberás tener en cuenta a la hora de adquirir el vehículo. No obstante, puedes encontrar kits de posventa para remediarlo, aunque su instalación se nos antoja anti-económica, salvo que decidas realizarla tú mismo.

Suficientemente ágil

A la hora de rodar por asfalto, este veterano aún se muestra suficientemente ágil para incorporarse al tráfico actual sin problemas, y en campo es uno de esos coches que nunca te defraudarán. Cuanto más dura sea la travesía, mejor. Hay abundantes detalles que los todoterrenos actuales han perdido, y de cuya importancia te das cuenta al conducir este Land Cruiser. Por ejemplo, los parachoques son de los de verdad, de hierro, y permiten apartar la maleza o contactar con superficies blandas como un talud de tierra sin dañar la pintura de la carrocería. Contamos además con un buen ángulo de salida, y los laterales de la carrocería se encuentran bien agrupados contra el chasis.

Aparte de todo esto, aunque el motor era italiano, tanto el cambio como la tránsfer son originales de Toyota, y están a la altura que se espera del fabricante japonés. Los frenos de disco en el eje delantero con tabores en la el trasero permiten detener el vehículo con seguridad, pero se resienten con el uso intenso y a tope de carga, algo que no plantea el menor problema conduciendo con anticipación y empleando el freno motor cuando sea necesario. La dirección ofrece una desmultiplicación adecuada y no presenta grandes holguras, algo destacable en un sistema de recirculación de bolas de un vehículo que ha superado ya los 360.000 kilómetros.

En definitiva, se trata de un auténtico todoterreno, que permite un uso correcto en asfalto y tira de galones fuera de él. No va a ser fácil que lo encuentres a buen precio, pero a cambio dispondrás de un vehículo casi inmortal.

Mejoras en campo

Nacido para vivir fuera del asfalto, nada le falta a este interesante vehículo. Lo más lógico para mejorar sus prestaciones consiste en pasarse a ruedas 235/-16 tipo A/T o M/T. A partir de aquí, admite todo lo que se nos ocurra hasta llegar a una máquina de competición todoterreno de primer nivel, comenzando por un bloqueo neumático del diferencial trasero, continuando por un cabrestante, protecciones… Sin embargo, tal cual está y con el cambio de ruedas mencionado, dará satisfacción a la mayoría de usuarios potenciales.

Cronología del Toyota Land Cruiser 250 BJ73

• 1951: Se presenta el BJ, un prototipo inspirado en los Jeep Willys
• 1953: Inicio de la fabricación
• 1984: Sale al mercado la serie 70
• 1988: Llega a los concesionarios españoles los Land Cruiser 250 equipados con el motor VM de 100 CV
• 1991: Se sustituye el motor por otro VM de 114 CV

Ficha técnica del Toyota Land Cruiser 73

Motor

Transmisión