Actualmente, Polestar es una marca de vehículos eléctricos de prestaciones elevadas y marcada personalidad. Producto de la evolución de la escudería del Campeonato Escandinavo de Turismos, mucha gente asocia Polestar al concepto de «Volvos Eléctricos»… y ello a pesa de que la propia Volvo ya cuenta, en su catálogo con cuatro modelos 100% eléctricos.
En este vídeo probamos el Polestar 2, que es el único modelo actualmente a la venta de la marca (aunque en breve llegarán los Polestar 3 y Polestar 4, con carrocerías SUV y SUV-Crossover respectivamente).
El Polestar 2 es una berlina de tamaño medio (4,60 metros de largo) que comparte plataforma con modelos de Volvo como el XC40 o el C40, además de con el Link&Co 01. Hay que tener en cuenta que, técnicamente, Polestar es una Joint Venture entre Volvo Cars y el fabricante chino Geely… que, a su vez, es el propitario de la propia Volvo a través del holding de Geely.

La Gama Polestar
La estrategia de nomenclatura de Polestar es tan clara como su visión del futuro, con modelos numerados que simplifican la percepción de su oferta. El Polestar 2, objeto de nuestro análisis, lidera esta gama como una berlina que ofrece algo así como una experiencia mejorada y electrificada de lo que vendría a ser un Volvo S60 de antaño.
Además, la historia de la marca incluye el exclusivo Polestar 1, un híbrido enchufable de edición limitada, y anticipa la llegada de futuros modelos como el Polestar 3 y Polestar 4, prometiendo ampliar la oferta con SUVs y crossovers que capturan la esencia de la demanda actual.
La gama del Polestar 2 es extremadamente sencilla. Contamos con dos tamaños de batería y dos motorizaciónes posibles. En este video hemos analizado el Polestar 2 que combina la batería grande (Long Range, con 79 kWh de capacidad neta o utilizable) y un único motor trasero de alrededor de 300 CV. Esta configuración promete un equilibrio óptimo entre rendimiento y autonomía.
Algo curioso de la estructura de precios de Polestar es que, aunque la versión que hemos probado se configura como la más equilibrada, Polestar ofrece, por el mismo precio, la posibilidad de decantarnos por el Polestar 2 de doble motor. De esta manera, Polestar nos «obliga» a elegir entre la máxima autonomía del Single Motor o las espectaculares prestaciones de los 421 CV que ofrece el Dual Motor.
En nuestra humilde opinión, la posibilidad de rodar consiguiendo consumos razonables (del entorno de los 21 kWh/100 km) compensa con creces el beneficio puntual de los 421 CV, máxime cuando la suspensión de la versión monomotor, dentro de una sequedad considerable, es brillantemente deportiva.

El Polestar 2 por fuera
Explorando las dimensiones y el diseño exterior del Polestar 2 Long Range Single Motor, encontramos un vehículo que equilibra muy bien la habitabilidad con la maniobrabilidad, gracias a sus 461 cm de longitud. Este tamaño lo posiciona como una opción ideal para aquellos que buscan un automóvil espacioso sin sacrificar la facilidad de conducción en entornos urbanos o al realizar maniobras complejas.
El atractivo estético del Polestar 2 es innegable. La calandra plana, aunque no beneficia particularmente al coeficiente aerodinámico (Cx de 0,28), aporta un toque de modernidad y distinción al conjunto. Un aspecto notable es la integración visible del radar que, a diferencia de soluciones menos estéticas en otros vehículos, se presenta sin ocultarse detrás de una cubierta de plástico negro.
Los faros dinámicos del Polestar 2 son, además de atractivos, impresionantes por su capacidad de iluminación. El hecho de que se trate de los fantásticos Hella HD84 (sin duda, entre los preferidos de Autofacil) explica su excepcional rendimiento lumínico. A pesar de que la programación de estos faros puede resultar excesivamente «nerviosa» o «activa» en comparación con otros fabricantes, su eficacia es indiscutible.

El diseño lateral mantiene la esencia de una berlina tradicional, pero se enriquece con elementos modernos como los espejos retrovisores sin marco, que no solo aportan un aspecto más limpio y elegante, sino que también mejoran la visibilidad al maximizar la superficie de cristal. La parte trasera destaca por su firma luminosa atractiva y un maletero con una capacidad de 450 litros, complementado con soluciones prácticas como un divisor de carga y ganchos para asegurar los objetos.
El techo de cristal, adornado con un logotipo iluminado de Polestar que se refleja sobre el mismo, invita a los ocupantes a «experimentar la sensación de estar guiados por una estrella», un detalle que suma a la experiencia premium del vehículo.
Este conjunto de características forma parte del llamado Plus Pack, disponible por 4.500 euros adicionales. Este paquete incluye mejoras significativas como la bomba de calor, sistema de sonido Harman Kardon, asientos eléctricos, tapicería de alta calidad, volante calefactado y portón eléctrico, entre otros, representando una inversión casi esencial para quien se decante por un Polestar.
Adicionalmente, y para quienes busquen aún más en términos de equipamiento, se sugiere considerar el paquete de asistentes a la conducción (por 2.500 euros), que añade los faros dinámicos mencionados, control de crucero adaptativo y asistencia de mantenimiento de carril, elementos que funcionan bastante bien y refuerzan el grado de confort y seguridad que ofrece el Polestar 2.
Con estas adiciones, el precio del Polestar 2 se eleva a 62.600 euros, superando al Tesla Model 3 y acercándose al BMW i4 eDrive40, su competidor más directo, que se ofrece a 64.500 euros.

El Polestar 2 por dentro
Al adentrarnos en el habitáculo del Polestar 2 Long Range Single Motor, nos encontramos con un entorno que destaca por su calidad, ergonomía y la cuidadosa selección de materiales. En las plazas delanteras, este vehículo demuestra un compromiso evidente con el confort y la funcionalidad, elementos esenciales para una experiencia de conducción fantástica.

El habitáculo está equipado con una instrumentación digital de 12,4 pulgadas y una pantalla central táctil de 11,5 pulgadas, ambas operadas mediante Android Automotive. Este sistema operativo, cada vez más reconocido por su estabilidad y facilidad de uso, garantiza una interacción intuitiva y eficiente con las diversas funcionalidades del vehículo.
El diseño de los menús y botones merece una mención especial por su un color temático inspirado en el naranja de los cables eléctricos, y una disposición y tamaño que prioriza la accesibilidad y la visibilidad, facilitando su uso durante la conducción.
Sin embargo, el diseño interior presenta ciertos aspectos que podrían no ser del agrado de todos. Basado en la Compact Modular Architecture (CMA), también conocida como P6 en el contexto de Volvo, esta plataforma multienergía se comparte con otros modelos como el Volvo C40 y XC40, así como el Lynk & Co 01. Una de las consecuencias de esta arquitectura es la presencia de un túnel central tanto en las plazas delanteras como traseras, lo que podría percibirse como una limitación en términos de espacio y diseño abierto.
Delante, se ha optado por una solución de diseño que recuerda en ciertos aspectos al Audi R8, ofreciendo una superficie que proporciona un apoyo cómodo para la pierna. Aunque esta característica mejora la ergonomía para el conductor y el pasajero delantero, también se reconoce como un compromiso que puede restar puntos en términos de diseño interior global.

El análisis se torna más crítico al considerar las plazas traseras del Polestar 2. Los accesos limitados por puertas de dimensiones reducidas, una banqueta baja (o alternativamente, un piso elevado), junto con el mencionado túnel central y un respaldo excesivamente vertical, configuran un espacio que dista considerablemente del confort ofrecido en las plazas delanteras. Esta discrepancia sugiere que el vehículo podría no ser la opción ideal para quienes frecuentemente viajan con tres o más ocupantes.

El Polestar 2 en marcha
El comportamiento dinámico del Polestar 2 Long Range Single Motor es uno de los punto de venta clave de este vehículo, ofreciendo una experiencia de conducción que combina armoniosamente agilidad y precisión. Es innegable que en la puesta a punto del P2, se ha tenido muy presente lo que ofrece BMW con el i4, logrando un ajuste que sobresale por su equilibrio y capacidad de respuesta.
La agilidad del vehículo se complementa con una suspensión de ajuste óptimo, que logra el balance perfecto entre firmeza y comodidad (aunque resulta algo seca al pasar sobre baches pronunciados o badenes), permitiendo una conducción progresiva sin sacrificar el confort. La dirección del Polestar 2 se caracteriza por su precisión y efectividad, ofreciendo un feedback que fortalece la conexión entre el conductor y la carretera.
El chasis del vehículo demuestra una rigidez excepcional, contribuyendo a un comportamiento neutro y predecible, incluso en situaciones de conducción más exigentes, donde el control de estabilidad permite una ligera deriva del eje trasero, dotando al vehículo de una dinámica de conducción más placentera a la vez que siempre controlada.
En el apartado de regeneración, el Polestar 2 ofrece un sistema versátil, con tres niveles de regeneración y la opción de desactivar la función creep, permitiendo una experiencia de conducción con un solo pedal que mejora incluso lo ofrecido por el Tesla Model 3, haciéndolo plenamente utilizable tanto en ciudad como en carretera.
La relación peso-potencia del Polestar 2 ha sido finamente calibrada para ofrecer un rendimiento que es óptimo para el uso diario y la exploración de las capacidades del vehículo sin comprometer la seguridad ni el rendimiento de los frenos, que destacan por su buen tacto. En cuanto al consumo, el vehículo muestra una eficiencia notable, capaz de mantenerse por debajo de los 22 kWh a 120 km/h, marcando un estándar de lo que se espera de un vehículo eléctrico contemporáneo, y manteniéndose razonablemente competitivo frente a alternativas como el BMW i4 y el Tesla Model 3.
Aunque teóricamente el Polestar 2 puede soportar velocidades de carga de hasta 205 kW, permitiendo recargar del 10% al 80% en aproximadamente 28 minutos, en pruebas prácticas se observaron resultados ligeramente distintos, con tiempos superiores a esos 28 minutos y un mantenimiento de la potencia máxima de carga que apenas dura unos pocos segundos.

En opinión de Autofácil…
Al concluir nuestro análisis del Polestar 2 Long Range Single Motor, nos enfrentamos a un vehículo que logra destacar en múltiples frentes dentro del competitivo mercado de los coches eléctricos. Su diseño atractivo, la calidad de sus acabados, y una experiencia de conducción que combina de manera magistral agilidad y confort, se contraponen con aspectos mejorables como las plazas traseras. Sin embargo, el balance general inclina la balanza a favor del Polestar 2, especialmente al considerar sus consumos razonables y la puesta a punto de su chasis, que promete una experiencia de conducción ultra-agradable.
Al realizar una comparación directa con el BMW i4 en términos de equipamiento, el ejercicio revela que igualar las especificaciones del i4 elevaría su precio hasta aproximadamente 82.000 euros, un margen que podría reducirse a 78.000 o 75.000 euros al prescindir de ciertos extras. Esto pone de manifiesto una diferencia de precio considerable a favor del Polestar 2, reforzando su posición como una alternativa para quien busque una berlina que puntúe alto en los apartados de estética, calidad y equipamiento pero sin realizar un desembolso tan generoso.
Un aspecto distintivo que merece ser resaltado es el modelo de venta adoptado por Polestar, siguiendo una estrategia similar a la de Tesla, basada en un sistema de agencia con un precio fijo, transparente y sencillo. Esta aproximación al proceso de compra, que permite realizar el encargo del vehículo a través de internet, representa un cambio bienvenido en la industria, simplificando la experiencia para los consumidores y ofreciendo una alternativa clara a las prácticas tradicionales de venta de automóviles.
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