Las unidades afectadas pertenecen a las generaciones anteriores a las que ahora mismo se comercializan: Fueron fabricadas entre 2003 y 2010.
La marca ha querido recalcar que las posibilidades de que se confirme que el cable en cuestión estaba mal colocado son «remotas», pero los riesgos van más allá de un mal funcionamiento y, poniéndose en lo peor, implican peligro de incendio. Las palabras de la compañía han sido: «Esto puede provocar que el sistema eléctrico funcione mal, el vehículo no pueda encenderse y, en algunos casos, se produzca un incendio». BMW asegura no haber recibido ninguna comunicación informando de accidentes y/o lesiones provocados por este defecto.
Todos los propietarios de las unidades afectadas podrán efectuar la revisión sin coste alguno. BMW estima que la operación para comprobar la instalación de la batería lleva media hora aproximadamente.