¿Consideras necesario un carnet de conducir exclusivo para coches deportivos o súper deportivos? Valga recordar que, en las últimas décadas, el concepto de deportivo ha cambiado mucho. Basta comparar el clásico Volkswagen Golf MK2 GTI de 112 CV de los años 90 con el actual Volkswagen GTI… de 245 CV. Y las prestaciones han mejorado sobremanera: siguiendo con este ejemplo, el GTI Mk2 aceleraba de 0 a 100 km/h en aproximadamente 9,7 segundos… y el actual tan sólo necesita 6,4 segundos.
Pero el problema es que el ser humano no ha mejorado su capacidad de reacción o de reflejos. Y, así, conducir uno de estos vehículos puede resultar más peligroso que antaño, especialmente para aquellos conductores con menos experiencia. Y es que, hoy día, en España incluso un conductor novel, incluso con el carnet de conducir recién sacado, no tiene ninguna restricción para adquirir y conducir el automóvil que considere oportuno, ya sea un humilde Seat Ibiza o el nuevo Porsche 911 GT3 RS.
Y resulta más que curioso, cuando, en España pero en el sector de las dos ruedas, existe una graduación de permisos de conducir… que van requiriendo más experiencia si queremos conducir una moto más potente. ¿Una incongruencia? Puede ser.
Un polémico carnet de conducir en Austria Meridional
Sea como fuere, en otros países y territorios, sí se ha puesto encima de la mesa la necesidad de un carnet específico para conducir coches de gran potencia. Es el caso de Australia Meridional, uno de los estados que conforma Australia, cuyo primer ministro, Peter Malinauskas, quiere presentar, ante el Parlamento de este territorio y antes de final de año, una ley que endurezca los requisitos para lograr el carnet de conducir para vehículos de determinada potencia, teniendo que demostrar su capacidad para ello.
De hecho, tal y como informan desde la cabecera australiana CarExpert, la propuesta de Malinauskas incluiría la necesidad de que los conductores que quisieran adquirir uno de estos vehículos tuvieran que dar clases específicas de conducción o, incluso, la prohibición de que, en determinados vehículos, se pudiera desconectar el control de tracción.
Esta propuesta llega a raíz del fallecimiento, en 2019, de la adolescente Sophia Naismith, que fue atropellada por un Lamborghini Huracán en el parking de un restaurante en Glengowrie, en este estado australiano. EL conductor del Lamborghini, Alexander Cambell, para más inri, fue absuelto del grado de homicidio por conducción irresponsable por el Tribunal pertinente, aunque será condenado por conducción peligrosa.
En un intento de que no se vuelvan a repetir situaciones como esta, Malinauskas, aboga desde entonces por una Ley que capacite a los conductores de coches deportivos… incluso antes de su compra «para asegurarse de que tengan la capacidad de conducir ese automóvil de tal manera que no comprometa la seguridad de otros usuarios de la carretera o peatones del sur de Australia». ¿Conseguirá Manilauskas su propósito? Lo sabremos, probablemente, en 2023.
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