Aún así, Stella esta por ahora lejos de ser un coche convencional y es sólo el proyecto con el que los alumnos de esta universidad, Eindhoven, asistirán en 2015 al World Solar Challenge, un evento en el que los equipos inscritos competirán en una carrera de 3000Kms de norte a sur de Australia (Darwin a Adelaida) a través del desierto.
Stella lo hará en la categoría Cruisers, coches en los que se examinará no sólo sus prestaciones, si no también su practicidad real, consumo de energía y número de personas transportadas. Podrán apoyarse en baterías recargables, pero sólo una vez en la carrera podrán recargarlas, lo que hace que tenga que tener una autonomía sin recargas de al menos 1500 Kms. En esas condiciones podrán conducir desde las 8 de la mañana hasta las 5 de la tarde, cuando obligatoriamente todos los equipos deberán acampar. Deben ser autosuficientes y pasar por los siete controles previstos.
Para ello Stella está construido en fibra de carbono y aluminio. Pesa 380 kgs y es capaz de generar energía por si solo para 600 kilómetros e incluso, si no la gasta, de descargarla en la red eléctrica de la ciudad.
Como te decíamos al principio, Stella está todavía lejos de ser un coche convencional y utilizable a diario por cualquiera. Pero sus cifras si están ya en el rango de los que muchos consideramos aceptable para un coche real. ¿Cuanto tardará en llegar esta tecnología a la vida real?