En 2003, Volkswagen revolucionó las cajas de cambio automáticas con su cambio automático DSG –Direct Shift Gearbox– de seis marchas, instalada por primera vez en el Volkswagen Golf R32. Era capaz de realizar un cambio de marcha en sólo 40 milisegundos –incluso hoy sería una de las cajas de cambio más rápidas-, y fue una de las primeras cajas de cambio que no incrementaba el consumo frente a las cajas manuales equivalentes. Por todo ello, triunfó y, a día de hoy, está disponible para la mayoría de coches del Grupo VAG en versiones de seis o siete velocidades dependiendo del motor.
¿Su gran secreto? La caja de cambio DSG, en realidad, son dos cajas de cambio unidas en una sola y, dotadas cada una de ellas, con su propio embrague. Una de las cajas se encarga de las marchas pares y otra de las marchas impares. De esta forma si, por ejemplo, circulamos en cuarta marcha, la caja encargada de las marchas impares en tiene preseleccionadas la tercera y la quinta marcha, en función de si estamos acelerando o frenando. De este modo al efectuar un cambio de marcha, en realidad sólo se cambia de embrague, algo que le permite efectuar cambios de marcha a mayor velocidad que las tradicionales cajas de cambio automáticas de convertidor de par o las cajas manuales robotizadas.
Ventajas e inconvenientes del cambio DSG
Ventajas del cambio DSG Es capaz de cambiar de marcha sin interrumpir el empuje del motor de manera que, además de ser un tipo de cambio muy rápido, es muy efectivo y tanto las subidas como las bajadas de marcha las hace con suficiente suavidad. En muchos modelos, incluye un modo inercia que, cuando se deja de acelerar, desacopla el cambio y deja el motor al ralentí para eliminar la resistencia al avance y reinserta la marcha al frenar, al acelerar o al pulsar una de las levas del volante.
Inconvenientes con el cambio DSG Respecto a un cambio convencional de convertidor de par resulta bastante más brusco al maniobrar –por ejemplo, da pequeños tirones al aparcar– y, a largo plazo, no son tan fiables como los cambios tradicionales. Por otro lado, al practicar una conducción deportiva, en algunos casos se calientan y pierden rendimiento.
¿Qué cajas similares de cambio similares existen?
Audi S-Tronic: Así denomina Audi su caja de cambio automática de doble embrague, pese a que resulta idéntica a la caja automática DSG. La equipan desde urbanos como Audi A1, a supercoches como el Audi R8 S-Tronic.
BMW DKG: Se trata de la caja de cambio automática de siete relaciones que emplea el BMW M4. Se trata de una caja de cambio rapidísima, en la que se puede regular la velocidad de los cambios de marcha en tres niveles -es un cambio rapidísimo, pero también bastante brusco en el modo más rápido-.
Ford Powershift: Sólo se ofrece con seis marchas en los Ford C-Max, Ford Focus, Ford Galaxy€ Además, también la ofrecen marcas como Porsche (PDK), Renault (EDC).