Cuando, con 18 años, Gérard Welter llegó al Departamento de Diseño de Peugeot en 1960, las cosas habían cambiado muy poco desde los orígenes del automóvil. Los diseños se plasmaban en maquetas realizadas en madera, muy difícil de retocar y corregir. Con su reciente diploma de estucador, Welter supo hacer ver las ventajas de la arcilla y el polietileno a la hora de trabajar rápidamente en algo tan dinámico como el estilo de un automóvil.
Este afán por la innovación y su excepcional talento para el dibujo no pasaron inadvertidos para el entonces director de diseño de la marca francesa, Paul Bouvot, que confió en Welter para el diseño de diferentes elementos de los nuevos modelos de la compañía, como los faros traseros del Peugeot 404. Pronto, se hizo cargo de elementos más relevantes, como los famosos faros delanteros del Peugeot 504, inspirados, según sus propias palabras, en los ojos de la actriz italiana Sofia Loren. La famosa mirada felina se ha mantenido en los modelos de la marca del león hasta la fecha.

En 1975, el diseñador francés se convirtió en el nuevo director del Departamento de Estilo Exterior de Peugeot. Sus proyectos debían competir con los de Pininfarina que, desde los años 60, firmó varios de los modelos más destacados del fabricante. Por entonces, se buscaba un revulsivo que lograra un importante éxito de ventas y que rejuveneciera la imagen de Peugeot, hasta entonces especializada en berlinas de gama media alta.
Con la puesta en marcha del proyecto M24 en 1977, Gérard Welter y su equipo de diseñadores estaban decididos a sorprender al mundo. Partiendo de la base angulosa del Peugeot 104, Welter propuso una auténtica revolución estilística en aquella época, con un diseño redondeado, sin aristas y líneas dinámicas para un automóvil compacto con una amplia superficie acristalada que le daba un aire ligero y simpático. Todos estos detalles forjan la esencia del Peugeot 205.

Con un total de 5.278.300 unidades fabricadas entre 1982 y 1998, el Peugeot 205 supuso un enorme éxito comercial llegando a convertirse en el modelo más vendido de la historia. Sobre esta piedra angular se sostiene una saga de éxitos formada por los Peugeot 206, 207 y las distintas generaciones del 208. Algunos de los detalles estéticos del modelo original se han convertido en verdaderas señas de identidad de la marca, como la moldura que une los dos faros traseros, presente en los últimos lanzamientos de Peugeot, como los SUV 3008 y 5008 y la berlina 508.

Welter supo expresar en el Peugeot 205 su gran amor por la competición. Diseñador y jefe de una escudería de vehículos para carreras de resistencia desde 1969, con un récord de velocidad en las 24 Horas de Le Mans aún vigente, el estilo del utilitario galo se prestó a diferentes interpretaciones deportivas. Si el Peugeot 205 GTi logró convertirse en un vehículo legendario, el Peugeot 205 T16 fue el gran precursor de los éxitos deportivos de la marca más allá del terreno asfaltado, con dos victorias en el Dakar y otros dos triunfos en el Campeonato del Mundo de Rallies.
Entre 1998 y 2007 Gérard Welter dirigió el Centro de Diseño Peugeot. Una etapa en la que la marca francesa profundizó en su estética más deportiva, plasmada sobre modelos como los Peugeot 407 y RCZ, y, sobre todo, prototipos tan reconocidos como los Féline, 907, Asphalte, Oxia o Proxima.

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