Jaguar E-Pace 2018: primera prueba en carretera y campo

El nuevo Jaguar E-Pace supone un importante hito dentro de Jaguar, que desde su adquisición por parte del gigante Tata no para de ampliar y mejorar su oferta. Con él se adentran en el segmento SUV compacto, uno de los que mayor crecimiento experimentó durante 2017, y que seguirá una progresión ascendente durante este año.

Por este motivo, el E-Pace se convertirá en el próximo superventas de Jaguar, y va a tener un peso importante dentro de su segmento. Entre sus principales rivales están el Audi Q3, el BMW X1 -y el próximo BMW X2-, el Mercedes GLA, el Infiniti QX30, el Volvo XC40 y el Range Rover Evoque, con el que tiene un parentesco directo.

Jaguar E-Pace: así es por fuera

El E-Pace mide 4,40 metros de longitud, 3 centímetros más que el Evoque, por 1,94 de ancho y 1,65 de alto. El frontal está inspirado en el Jaguar F-Type, tal y como nos comentó Ian Callum, jefe del departamento de diseño de Jaguar, mientras que la trasera comparte rasgos con el otro todo camino de la marca, el Jaguar F-Pace.

La oferta de acabados es amplia, con tres a elegir: estándar, R-Dynamic y First Edition. Además, en el caso de los dos primeros y en función de la motorización, es posible elegir entre tres paquetes de equipamiento -S, SE y HSE-. La posibilidades de configuración son muy amplias; como ejemplo, hay disponibles llantas de entre 17 y 21″, diez colores para la carroceríaetc.

Jaguar E-Pace: así es por dentro

La calidad de acabado del interior es uno de los puntos más destacables del E-Pace, que también puede incorporar elementos de última generación como el cuadro de mandos digital con pantalla de 12,3″ -desde 771 euros-, los asientos delanteros ventilados o el sistema de proyección de información en el parabrisas Head-up Display.

En lo que a la habitabilidad se refiere, el E-Pace cuenta con mucho espacio en las plazas delanteras, mientras que en las traseras no hay mucho espacio para las piernas. El maletero, por otra parte, tiene 557 litros, una capacidad que incluye el doble fondo. De serie cuenta con un kit reparapinchazos, y opcionalmente, por 254 euros, se puede optar por una rueda de repuesto de emergencia; a diferencia del F-Pace, no hay posibilidad de optar por una rueda de tamaño completo.

Jaguar E-Pace: así es su gama

La oferta mecánica está formada por dos versiones de gasolina, con 250 y 300 CV, y tres diésel, con 150, 180 y 240 CV. Todos forman parte de la familia Ingenium, que consta de un bloque modular de cuatro cilindros y 2.0 litros. Todos están asociados a la tracción total AWD, aunque el menos potente -D150- también puede adquirirse con tracción delantera. En lo que respecta al cambio, en las versiones D150 y D180 se puede elegir entre uno manual de seis velocidades u otro automático de nueve relaciones; para el resto, sólo se ofrece esta última.

Jaguar E-Pace: así va en carretera y en campo

En la presentación internacional sólo hemos podido probar las motorizaciones más potentes de cada combustible, D240 y P300. Como es de esperar, ambas ofrecen unas prestaciones muy buenas y, en caso del diésel, un consumo bajo con independencia del tipo de conducción. La insonorización es otro de los puntos a su favor, lo mismo que la comodidad gracias a una suspensión que absorbe de manera efectiva las irregularidades del asfalto.

También hemos podido hacer un recorrido por diferentes tipos de pistas de tierra bastante exigentes para un SUV -con pendientes empinadas y barro-, y la respuesta del E-Pace ha sido magnífica, pese a montar unos neumáticos orientados al asfalto. El funcionamiento del sistema de tracción Active Driveline es impecable; se trata del mismo que ya emplean algunas versiones del Range Rover Evoque y que destaca por contar dos embragues multidisco en el eje posterior para orientar la fuerza a cada rueda en función de las necesidades.

Ficha técnica del Jaguar E-Pace D240 R-Dynamic

Lo mejor: Calidad de acabado, comportamiento en carretera y campo.
Lo peor: Precio respecto a sus alternativas, espacio en las plazas traseras.