Probamos el Volkswagen T-Roc 2.0 TSI DSG 4Motion

Plataforma del Golf, motores de hasta 190 CV, tracción total y cambio DSG. Así pretende Volkswagen convertir al T-Roc en el mejor SUV urbano.


A lo largo de los últimos años, ha tenido lugar una avalancha de lanzamientos en el segmento de los SUV pequeños. Y parecía raro que Volkswagen, el primer fabricante europeo, fuera a renunciar a este mercado. Sin embargo, ha desvelado recientemente el primero de los modelos con los que presentará batalla en este segmento para ser una alternativa a los Opel Mokka X, Fiat 500X o Audi Q2.

Basado en la plataforma modular MQB, contará con hasta seis motorizaciones. Los primeros en llegar fueron un diésel –2.0 TDI de 150 CV– y dos gasolina –1.0 TSI de 115 CV y 2.0 TSI de 190 CV; y a lo largo de 2018 la oferta se completará con un 1.5 TSI 150 CV y otros dos diésel: un 1.6 TDI 115 CV y un 2.0 TDI 190 CV. El propulsor 2.0 TSI de 190 CV, que a priori es el más emocionante, va asociado obligatoriamente a una caja automática DSG de siete marchas y a la tracción total conectable 4Motion.

Volkswagen T-Roc 2.0 TSI DSG 4Motion

Por fuera, destaca por lucir rasgos estéticos que recuerdan al Tiguan y al Touareg, mientras que dentro el ´ADN Golf´ salta a la vista, con un volante idéntico, el mismo sistema multimedia y una equiparable calidad de construcción; aunque el T-Roc recurre a una mayor cantidad de plásticos duros. Tanto en el exterior como en el interior goza de notables posibilidades de personalización: carrocería bitono, guarnecidos de diversos colores para el salpicadero… Y, en cuanto a espacio interior, el T-Roc resulta bastante espacioso para cuatro personas, además de disponer de un maletero de 392 litros de capacidad, cifra que asciende a 445 litros en el caso de las versiones de tracción delantera.

El motor 2.0 TSI de 190 CV es la versión ´descafeinada´ del propulsor que emplean coches deportivos muy ´serios´, como el Seat León Cupra o los VW Golf GTI y R. Sin embargo, su menor potencia hace que lo sientas totalmente diferente. Es silencioso, y muy progresivo desde apenas 1.500 rpm, pero en el último tramo de revoluciones se evidencia en exceso que está ´capado´ por la electrónica, pues por encima de 4.200 rpm hay un vacío de potencia considerable. Aunque la respuesta del motor es buena, este aspecto podría estar mejor resuelto, ya que arruina la ´estirada´ del motor en el último intervalo de revoluciones, de forma que es agradable de utilizar a ritmo tranquilo, pero algo desalentador cuando lo que quieres es correr.

Volkswagen T-Roc 2.0 TSI DSG 4Motion

A cambio, el T-Roc ofrece un comportamiento en curva de lo más eficaz para ser un SUV: a ello contribuye una escasa altura libre al suelo –16,1 cm–, una batalla generosa –con sus consecuentes cortos voladizos– y, sobre todo, una suspensión que, a la vez que absorbe muy bien las irregularidades del asfalto, resulta lo bastante firme como para minimizar el balanceo de la carrocería. Si a ello sumamos una dirección precisa y directa –con 2,5 vueltas de tope a tope– y unos frenos de tacto homogéneo y suficiente potencia, el resultado es que el T-Roc resulta noble y fácil de llevar rápido, de forma que recuerda más a un compacto rápido que a un SUV de tamaño pequeño.

Ahora bien, pese a sus 190 CV, este T-Roc no ofrece emociones fuertes. A la mejorable restricción de potencia del motor, que aniquila cualquier talante deportivo en su respuesta, hay que sumar los 1.420 kg de peso que registra esta versión, que no son precisamente pocos. La tracción total conectable aporta muy buena capacidad de tracción, pero tampoco ayuda a amenizar la conducción y, francamente, tenemos serias dudas de que sea provechosa en un coche que, a priori, no está destinado a circular por fuera del asfalto. A cambio, los consumos son muy buenos, pues este T-Roc gasta una media de 7,2 l/100 km, que está muy bien.

Por último, en su edición de lanzamiento Limited es caro –39.900 euros–, pero lleva de todo: navegador, techo panorámico, cuadro de mandos digital…–. En general, el T-Roc es muy buen SUV urbano, pero no podemos dejar de pensar lo bien que le sentaría el motor del Golf GTI…

Volkswagen T-Roc 2.0 TSI DSG 4Motion

Cóctel de buenos ingredientes

Volkswagen, a la hora de crear el T-Roc, ha recurrido a las últimas piezas de su catálogo. Así, el uso de la plataforma MQB –que comparte, entre otros, con el Audi Q2– permite al T-Roc contar con las últimas novedades tecnológicas, como el control de crucero adaptativo, el asistente de mantenimiento de carril –ambos, de serie en toda la gama– o , incluso, la suspensión opcional con amortiguadores adaptativos DCC; además de la tracción total mediante diferencial electrohidráulico Haldex –el sistema que utiliza el Grupo VW con los motores transversales–.

El T-Roc también toma soluciones ya vistas en otros modelos de VW. El ejemplo más claro es el Digital Display estrenado en el anterior Polo: un cuadro de instrumentos totalmente digital de 11,7 pulgadas de tamaño.

Los T-Roc 4Motion incluyen de serie un mando para seleccionar cuatro modos de conducción (ver imagen inferior): dos para carretera –Street y Snow– y otros dos para todo terreno, uno automático –Off Road– y otro que permite variar los ajustes –Off-road Individual–. Estas versiones también incluyen un selector de perfil de conducción que, actuando sobre el cambio automático y la dirección, ofrece cinco programas: Comfort, Normal, Sport, Eco e Individual.

Volkswagen T-Roc 2.0 TSI DSG 4Motion

Ficha técnica del Volkswagen T-Roc 2.0 TSI DSG 4Motion

Motor Gasolina, turbo, 4 cilindros en línea, 1.984 cc
Potencia 190 CV de 4.180 a 6.000 rpm
Par 320 Nm de 1.500 a 4.180 rpm
Largo / ancho / alto 4,23 m / 1,81 m / 1,57 m
Velocidad máxima 216 km/h
0-100 km/h 7,2 segundos
Precio 39.900 euros
Emisiones 152 g CO2/km
Maletero 392 litros
Peso 1.420 kg
Cambio Automático de doble embrague, 7 velocidades
Valoración 3,5/5

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