A la vista de estos datos podría parecer que el Range es un modelo conservador y sumido en el inmovilismo, pero no es así, al menos de forma taxativa.Es cierto que, tanto por fuera como en el interior, mantiene las líneas básicas presentadas hace casi diez años, pero también es verdad que durante este tiempo se han producido renovaciones drásticas en motores, transmisión, suspensiones e, incluso, equipamiento.
Además, la política de la firma británica establece que cada año se produzca una actualización -generalmente de tipo estético o de configuración de gama-, con lo que de un año a otro el modelo es nominalmente distinto. Esto es lo que sucederá con el «Model Year 2012», cuya comercialización es inminente y que presenta levísimos retoques estéticos, pero sí habrá un cambio sustancial: desaparecerá el acabado HSE -hasta ahora el más «asequible»- y quien quiera comprar un Range Rover nuevo tendrá que desembolsar 113.000 -uros, en lugar de los 99.000 actuales. Además, mecánicamente, la versión 2012 no presenta ninguna variación. Un propulsor a la altura El bloque diésel de 4,4 litros que incorpora el Range ofrece unos rendimientos espectaculares, donde llaman la atención, sobre todo, los 700 Nm de par. Esta mecánica combina la tecnlogía de inyección directa por conducto común con dos turbocompresores que actúan secuencialmente. El empuje del motor es abrumador desde el primer momento y, una vez que logra vencer la primera resistencia al avance y las dos toneladas y media de todoterreno empiezan a desplazarse, el Range se mueve con mucha soltura, simplemente acariciando el pedal del gas, con lo que nuestra conducción va acompañada del leve rumor que nos llega del propulsor. En estas circunstancias, los consumos son razonables y podemos situarnos incluso por debajo de los 10 litros cada 100 kilómetros -no debemos olvidar que estamos ante un automóvil con un motor de más de cuatro litros de cilindrada y 2.500 kilos de peso-, pero si realizamos una conducción más dinámica, el gasto de carburante se eleva notablemente, mientras que la pérdida de confort de marcha es muy leve, debido al buen funcionamiento de la suspensión, con unos amortiguadores que se van adaptando en cada momento a las circunstancias del terreno y la conducción, gracias a un complejo sistema de sensores y a un software que maneja múltiples modelos predictivos. Los recursos tecnológicos destinados a facilitar el tránsito del Range por campo también son numerosos. Para empezar, el Terrain Response -incorporado por este modelo en 2007- coordina a motor, transmisión, frenos y dispositivos electrónicos como el control de estabilidad y tracción, para obtener el mejor comportamiento sobre cada terreno de los cinco que se pueden seleccionar. Además, las suspensión neumática permite elevar la carrocería hasta conseguir una altura libre de 27 centímetros -una distancia muy buena para circular por campo-. Todas estas circunstancias garantizan un nivel óptimo de tracción bajo cualquier circunstancia y el único elemento que desentona fuera del asfalto es una monta de neumáticos inapropiada para circular por campo, tanto por dimensiones como por diseño. Lo cierto es que a este todoterreno es difícil encontrarle los límites en campo, salvo por su enorme tamaño -si cabe, pasa- o el natural reparo de ensuciar, rayar, abollar -o lo que se tercie- un artefacto de 100.000 -uros. Distinción interior El grado de confort del que disfrutan los ocupantes de este vehículo es de los más elevados de entre los todoterreno que se comercializan en nuestro país. La calidad de los materiales y acabados, el espacio disponible para los pasajeros y el equipamiento del Range convierte la estancia en el interior de este Land Rover en una actividad muy placentera. No dispone de tercera fila de asientos como alguno de sus rivales -Mercedes GL, por ejemplo,- pero cuenta con suficiente espacio en las plazas traseras para tres adultos, además de unos tapizados de primera calidad y un maletero espacioso. Todo con una longitud total inferior a los cinco metros, por lo que podríamos considerarlo un coche, hasta cierto punto, manejable. De hecho es la anchura su principal inconveniente a la hora de circular por ciudad. En cuanto al equipamiento que inocrpora el Range, sería muy prolijo enumerar todos los dispositivos con los que cuenta, pero sí merece la mena destacar el sistema Dual View -opcional-, que permite que el conductor y el pasajero del asiento de la derecha puedan visualizar informaciones diferentes en la pantalla de la consola central -por ejemplo, el navegador y una película, respectivamente-, además de las cinco cámaras, también opcionales, que permiten visualizar en la pantalla el prímetro del vehículo mientras circulamos a baja velocidad. |
Por dentro y por fueraDiseño continuista...salpicadero y consola mantienen las líneas generales del diseño de 2002, aunque se han ido añadiendo elementos como los controles del Terrain Response, el mando del cambio cilíndrico, las levas en el volante o el botón de puesta en marcha. Lujo interior…La ergonomía de los asientos y su tapizado es notable, así como el espacio de las plazas traseras. El maletero es suficientemente espacioso y bajo su piso se aloja la rueda de repuesto completa. Virtual…Tras el volante no hay relojes, solo una pantalla. En la consola encontramos el mando del cambio; cilíndrico, como el del Jaguar XF. Confort…Las plazas traseras disponen de salida de climatización y sus propios controles individualizados. Multimedia…Además del cargador de CD, el Range incorpora toma para dispositivos USB y para iPod. Todo recogido…La parte delantera de los bajos del Range queda cubierta por un carenado que si bien no sirve de gran portección contra impactos si que resguarda los elementos mecánicos. El resto del conjunto queda perfectamente integrado sin elementos que sobresalgan, siendo los triángulos de las suspensiones y el voluminoso silencioso del escape las partes más expuestas. Poderosos…Los 313 CV y 700 Nm procedentes del motor del Range llegan al suelo mediante unos neumáticos de perfil 55, montados en una llanta de 19 pulgadas. |
Cómo vaEn el banco de Demac, el Range mejoró los rendimientos oficiales con mucho margen, especialmente todo en el caso del par. Sobre la gráfica percibimos un leve bache sobre las 2.400 revoluciones, achacable bien a la trasnmisión -a lo largo de la curva se repite este fenómeno varias veces- o a la transición entre la entrada del primer y el segundo turbocompresor. En cualquier caso, esto no pasa de ser anecdótico, teniendo en cuenta que hasta pasadas las 3.500 vueltas siempre hay disponibles más de 600 Nm. Y sobre el comportamiento de este motor a bajo y medio régimen, da testimonio el hecho de que antes de las 2.000 rpm ya dispongamos de casi 800 Nm.
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Ficha Técnica
Equipamiento, Seguridad y Funcional
La opinión TTEn general, el Range Rover es un todoterreno con un magnífico rendimiento en todos los ámbitos. Su principal pero es lo elevado de su precio, quedando en evidente desventaja respecto a la mayoría de sus rivales.
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Por fuera
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