La primera sensación que uno tiene cuando observa el nuevo A1 Sportback, es que la carrocería no ha variado respecto a la versión de tres puertas -algo que no ocurre en el Audi A3-. Las puertas traseras se integran perfectamente sin distorsionar esa sensación de coche pequeño y menudo -aparcado al lado de sus primos, el VW Polo o el Seat Ibiza, la sensación de compacidad aumenta-. Esto es una buena noticia, ya que una de las grandes bazas de este coche es una lograda estética y que consigue llamar la atención de la mayoría de la gente. A esta buena percepción contribuye la elaborada identificación de marca gracias a un frontal con la característica parrilla cromada y unos faros con una luz diurna de led que otorga una firma visual muy personal -algo que no siempre sucede en todos los modelos de la marca, a los que cuesta identificar cuando los ves por le retrovisor- pero que -obliga- a pagar 1.075 euros por la opción de faros de xenón plus. Detalles como la doble salida de escape o las llantas de cinco brazos y 17– -1.015 euros- son una pincelada sutil de deportividad.
Por dentro, lo primero que se percibe es una sensación de calidad impropia en los vehículos que configuran este segmento. La parte superior del salpicadero está recubierta por un plástico blando y con cierto grado de rugosidad que resulta muy agradable. El diseño es sencillo -las salidas de aire circulares es el único toque desenfadado-, con una disposición de los mandos lógica y cómoda. La postura de conducción es cómoda, y en ningún momento da sensación de agobio. El asiento deportivo -de serie- ofrece múltiples reglajes así como el volante, con un amplio recorrido horizontal. Los huecos disponibles son suficientes y se agradece, sobre todo, el que está debajo del reposabrazos central -de serie-, así como una guantera razonable.Como habrás podido comprobar, en cuanto a calidad no hay nada que reprochar pero, si quieres que se vea tan bonito como en las fotos, tendrás que añadir el sistema multimedia con pantalla abatible manualmente -desde 1.385 hasta 3.160 euros-.
A la hora de analizar las plazas traseras, los halagos se atenúan. Como es lógico, por anchura sólo hay sitio para dos. El espacio para las piernas es correcto -algo mejor que su máximo competidor, el Mini de BMW- pero, por altura, todo el que pase de 1,75 m rozará con la cabeza en el techo. Además, las puertas traseras son más bien pequeñas y, a pesar de contar con un ángulo de apertura amplio, el hueco para entrar resulta algo incómodo, aunque sin duda preferible al espacio que deja el asiento en la versión de tres puertas. En lo que respecta al maletero, con una capacidad de 270 litros, ofrece unas formas muy aprovechables.
Una vez en marcha, destaca la combinación motor/cambio. La respuesta a bajas revoluciones es buena pero es que, además, te puedes permitir el lujo de -estirar- el motor sin sufrir desfallecimientos prematuros. Es progresivo, agradable, corre lo suyo -de hecho, acelera de 0 a 100 km/h en 9 seg. y alcanza una velocidad máxima de 203 km/h- y el consumo es bastante razonable… aunque algo alejado de la cifra oficial de 5,3 l/100 km -en una utilización mixta, se mueve entre los 6,5 y los 7,5 l/100 km-. En cuanto al sonido, el A1 es silencioso a velocidad constante, y el motor transmite un sonido agradable y pseudo deportivo cuando se revoluciona.
La combinación de unos neumáticos de perfil bajo con una suspensión dura hace que este A1 Sportback -copie- con claridad las irregularidades del asfalto. Es una filtración de calidad, pero que vuelve al coche algo rebotón en carreteras que no estén perfectamente lisas. Pero esto tiene un lado positivo, y es que la carrocería apenas se inclina en las curvas, lo que unido al gran nivel de adherencia que es capaz de generar el chasis, hacen que la conducción por trazados sinuosos sea eficaz, agradable y segura -el tren trasero va pegado al suelo y el coche subvira cuando se fuerza el ritmo-. La dirección resulta precisa, transmite el peso adecuado y es lo suficientemente directa como para no restar agilidad. Por su parte, el cambio de marchas con levas en el volante es rápido y, los frenos, responden con consistencia en cualquier situación -a esto un peso bastante contenido; 1.125 kg-.
Dentro de los urbanos es la opción más selecta y con una calidad de referencia. Sin embargo, un precio de salida caro junto con una lista de opciones caras e infinita provoca que alcance la tarifa de los mejores compactos del mercado e, incluso, de alguna berlina. Cuestión de prioridades.