Del 7 al 13 de abril, la Dirección General de Tráfico (DGT) llevo a cabo una nueva campaña de vigilancia, en esta ocasión centrada en el control de la velocidad. Durante la semana, los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil desplegaron 3.527 puntos de control por todo el país, además, estuvieron apoyados por las policías locales y autonómicas, que crearon sus propios controles.
Durante este periodo, se controlaron 1.163.126 vehículos, lo que supone un incremento respecto a la última campaña similar realizada en julio de 2024, donde se inspeccionaron 955.804 vehículos.
El resultado de estos controles no es alentador: 75.028 conductores fueron denunciados por superar los límites de velocidad, lo que equivale al 6,5% del total de vehículos controlados. Aunque se trata de un porcentaje similar al de anteriores campañas, supone un leve repunte.

¿Dónde se corre más?
Al analizar los datos por tipo de vía, se confirma la tendencia habitual: las carreteras convencionales son donde más excesos de velocidad se cometen. En este tipo de vías, el 6,56% de los vehículos controlados superaba los límites permitidos, frente al 6,3% registrado en autopistas y autovías. Sin embargo, estas últimas preocupan especialmente, ya que se ha constatado un aumento del 1,4% en las denuncias respecto a la campaña de julio de 2024.
Además, en travesías —vías urbanas que atraviesan poblaciones— 1.916 conductores fueron denunciados, lo que representa un 2,6% del total de vehículos controlados en ese entorno.
Cuando la velocidad deja de ser solo una infracción
Más allá de las sanciones administrativas, la campaña también ha dejado constancia de infracciones penales. En concreto, 11 conductores fueron puestos a disposición judicial por exceder en más de 80 km/h la velocidad permitida, lo que constituye un delito contra la seguridad vial recogido en el artículo 379.1 del Código Penal. Este tipo de conducta puede conllevar penas de prisión de hasta seis meses, trabajos en beneficio de la comunidad o la retirada del permiso de conducción por un periodo de uno a cuatro años.
Desde la DGT recuerdan que el exceso de velocidad sigue siendo uno de los principales factores de riesgo en los accidentes de tráfico, y que respetar los límites establecidos es una de las formas más directas y sencillas de salvar vidas.
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