En el mundo del motor, las multas de tráfico son una realidad cotidiana para muchos conductores lamentablemente. Sin embargo, en algunos países, estas sanciones pueden alcanzar cifras astronómicas, especialmente si el infractor tiene un alto poder adquisitivo.

Un caso reciente en Suiza ha dejado claro que violar las leyes de tránsito, como lo es no respetar la distancia de seguridad entre vehículos, puede tener como consecuencia multas extremadamente elevadas.
Una multa millonaria
En marzo de 2023, un conductor de 58 años fue sorprendido en la autopista A1, cerca de Zúrich, conduciendo a alta velocidad en un BMW 540d. A pesar de circular a 110 km/h, lo más preocupante no fue la velocidad, sino el hecho de que mantenía una distancia de apenas 5 metros con el vehículo que lo precedía, lo que constituye una grave infracción de las leyes de tráfico en Suiza.
La sanción impuesta al conductor no fue cualquier multa común. En Suiza, las multas de tráfico se calculan en función de los ingresos del infractor, lo que llevó a que este conductor recibiera una sanción económica equivalente a 115.900 euros (108.500 francos suizos), debido a su alto nivel de ingresos, estimado en más de dos millones de euros anuales.

Esta cifra ha sorprendido a muchos, pero refleja la estricta política de seguridad vial de Suiza sin importar su poder adquisitivo.
La importancia de respetar la distancia de seguridad
El motivo de esta elevada multa fue la falta de respeto a la distancia de seguridad entre vehículos, una norma fundamental para garantizar la seguridad en las carreteras. Cuando un conductor no mantiene la distancia adecuada, incrementa significativamente el riesgo de colisión, ya que no tendría suficiente tiempo para reaccionar ante un frenado repentino del vehículo de delante.
Las autopistas, como la A1 en Suiza, son áreas donde los accidentes pueden tener consecuencias desastrosas debido a las altas velocidades. En este contexto, respetar las distancias entre vehículos es esencial no sólo para la seguridad del propio conductor, sino también para la de todos los que comparten la carretera.
El conductor sancionado, quien además es abogado, decidió recurrir la multa argumentando que las pruebas en su contra, específicamente un video que mostraba la infracción, no eran precisas.
Además, sostuvo que durante su interrogatorio no se le leyeron sus derechos correctamente. Sin embargo, sus alegaciones no fueron suficientes para convencer al Tribunal Superior de Suiza, que desestimó su apelación.
El tribunal consideró que el video era prueba suficiente de su comportamiento temerario. En las imágenes se observaba claramente que el conductor mantenía una distancia peligrosamente corta con el coche de delante, lo que fue suficiente para ratificar la multa.

Uno de los aspectos más curiosos y relevantes de este caso es cómo se calculó la multa. En Suiza, las sanciones por infracciones de tráfico se determinan no solo en función de la gravedad del delito, sino también de los ingresos del infractor.
Esta fórmula busca que las multas sean equitativas y afecten de manera proporcional a cada conductor, independientemente de su nivel económico. Así, quienes tienen mayores ingresos se enfrentan a sanciones más elevadas, lo que busca garantizar un efecto disuasorio real.
En este caso, el conductor, con unos ingresos imponibles de más de dos millones de euros, recibió una multa de 98.500 francos suizos (unos 105.177 euros), más una multa adicional de 10.000 francos suizos (10.677 euros), lo que eleva la sanción total a 108.500 francos suizos.
Además, el infractor tuvo que asumir las costas judiciales, que ascendieron a 3.000 francos suizos (3.203 euros), así como los honorarios de su abogado, sumando aún más al coste total.
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