El Renault Captur es uno de los SUV urbanos más vendidos en España… y eso significa que, también, es uno de los coches más vendidos en total. El de los SUV urbanos es un segmento tremendamente competido, y por eso cualquier novedad o mejora puede ser definitiva a la hora de desempatar e inclinar la balanza de las decisiones de un lado o de otro.
Ahora, poco más de cuatro años después de la llegada de la segunda generación del Captur, el modelo francés fabricado en Valladolid acaba de recibir un restyling en el que, además de los cambios de diseño (especialmente visibles en el frontal), se añaden mejoras en equipamiento y también de puesta a punto del chasis, pues se ha optado por una suspensión más firme.
Así queda configurada la gama del nuevo Renault Captur 2024:
Versión | Etiqueta | Precio (desde) | Potencia | Maletero | |
Captur TCe 90 | C | 21.039 euros | 90 CV | 422 litros | |
Captur TCe GLP | Eco | 22.688 euros | 100 CV | 422 litros | |
Captur TCe 140 mHEV | Eco | 25.598 euros | 140 CV | 422 litros | |
Captur TCe 160 mHEV | Eco | 28.120 euros | 158 CV | 422 litros | |
Captur E-TECH 145 Hybrid | Eco | 26.665 euros | 143 CV | 326 litros |

Renault Captur: así es por dentro
En el interior, nos encontramos con un puesto de conducción con pocas diferencias frente a su antecesor. La postura al volante es cómoda y, como suele ser habitual en este tipo de coches, se va sentado un poco más alto de lo habitual. Esto facilita el acceso y mejora la visibilidad, pero limita en cierta medida la sujeción del cuerpo en curvas. Teniendo en cuenta el planteamiento de un coche de este tipo, nos parece más adecuado optar por las dos primeras opciones que por la tercera.
Sigue habiendo una enorme pantalla central desde la que se manejan multitud de menús. Seguimos pidiendo a gritos más botones, pero es cierto que los menús del Captur son bastante intuitivos y también se emplean unos iconos de generoso tamaño que facilitan su manipulación en marcha.

También es digital la instrumentación, que además es configurable. Hay suficiente información pero, como pasa con este tipo de instrumentaciones, destacan más por su diseño y por sus florituras que por la facilidad y la claridad con la que se encuentran y proyectan los datos.
En cuanto a espacio detrás, sigue empelando una práctica banqueta trasera corrediza que permite mover hasta 16 centímetros el asiento trasero. Eso nos permite contar con más maletero si, por ejemplo, en las plazas traseras viajan niños pequeños en una sillita y no necesitan tanto espacio para las piernas.


Por espacio total, el Captur sigue siendo un poco más estrecho que la media del segmento, se defiende bien en espacio para las piernas y destaca un poco más en espacio para la cabeza. Con todo, dos adultos de más de 1,80 metros pueden viajar sin ningún problema.
El hecho de ser híbrido y llevar la batería de 1,2 kWh brutos en la parte trasera hacen que el maletero se vea reducido hasta los 326 litros, si bien llega a los 440 litros si adelantamos al máximo la banqueta trasera. Los demás Captur sin hibridar ofrecen un maletero mínimo de 422 litros.

Muy bueno si conduces con tranquilidad
En marcha, esa suspensión más firme que comentábamos antes convierte al Captur en un coche más preciso y estable, que reacciona con mayor inmediatez a las órdenes dictadas desde la dirección y que también se comporta un poco mejor en zonas bacheadas. Pero no hay grandes diferencias, y tampoco le hacían falta, pues ya antes iba muy bien. Puede que haya cedido algo en comodidad, pero para notarlo habría que probar los dos coches a la vez. De nuevo, creo que los cambios son mínimos.

Esta mecánica híbrida de 143 CV destaca por suavidad. Combina un motor 1.6 atmosférico con dos motores eléctricos (ambos, delanteros), tiene un cambio automático con cuatro marchas reales y es de tracción delantera.
A ritmo tranquilo, tanto en ciudad como en carretera, mueve con soltura al coche y es muy agradable. Parte de la culpa es de la caja de cambios, que permite jugar con el modo eléctrico o con la entrada en funcionamiento del motor térmico con progresividad, sin sobresaltos. También gasta poco; moverse por debajo de 5 L/100 km parece muy sencillo.
No es la mejor opción si queremos ir deprisa de modo habitual por carretera. Este Captur, a ritmo normal e incluso ágil va bien. Y, para completar adelantamientos con aceleraciones puntuales a fondo, tampoco tiene ningún problema.

Cabe destacar que, ahora, este sistema de hibridación de Renault ha mejorado mucho desde el punto más exigente de las prestaciones. En los primero Captur, recuerdo perfectamente que, en cuanto se agotaba la batería, te quedabas sólo con la respuesta del motor de gasolina.
El problema era que, entre que era un motor atmosférico de 90 CV y que la caja de cambios se empeñaba en dejar insertada una marcha muy corta, cuando te quedabas sin batería, se encendía el testigo de una tortuga en el cuadro y no había forma de superar los 90-100 km/h.
Ahora eso ya no es así. Primero, porque el Captur parece guardar siempre un mínimo de batería, y hasta hay un botón E-SAVE a la izquierda del volante que mantiene la batería al menos con un 40% de carga. Queda reservado para cuando aceleremos a fondo pero, lógicamente, con varias aceleraciones a fondo, ese 40% se agota rápidamente.


Sin embargo, ahora, cuando te quedas sin batería, el Captur puede mantener los 120 km/h sin problema, pues no se queda bloqueado en una marcha demasiado corta como en el Captur anterior. De hecho, sin batería, puede mantener los 135 km/h sin problema incluso subiendo por un puerto de autopista.
También hay otro detalle a destacar, y es la rapidez con la que carga. En cuanto dejamos de acelerar, es muy fácil ver cómo va aumentando la carga de la batería enseguida.
Entonces, ¿por qué no es el más indicado para circular con rapidez? Simplemente, por esas transiciones entre que aceleras y reduce de marcha para acelerar más, o dejas de acelerar para entrar en una curva y notas que comienza a regenerar con más brusquedad de la que tú esperabas… No es una mecánica de sensaciones deportivas, como ocurre con la inmensa mayoría de los híbridos. Es lógico. Tampoco es su objetivo. Pero tampoco está mal que lo expliquemos.
En cualquier caso, sí es cierto que, para los conductores que prefieran una conducción más dinámica o ágil en carretera, hay un Renault Captur TCe 140 y un 160 sin hibridar mucho más recomendables… aunque, eso sí, sin la etiqueta Eco que sí ofrece la variante híbrida (estos TCe tienen etiqueta C) y con un consumo superior.
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