Cuatro décadas de quattro (I): Los orígenes (1977-1980)

El Audi quattro se presentó hace 40 años en el Salón del Automóvil de Ginebra. Esta es la "pre-historia" de un acontecimiento que iba a cambiar la historia del automóvil para siempre.


Tracción total quattro: esta es su historia

Para la mayoría de los directivos de Audi de la época, el quattro, a secas, no era más que uno de esos proyectos de I+D que atraen un poco la atención de los medios y los entusiastas, muestra una buena dosis de bíceps tecnológico y, tras el fogonazo de esos primeros flashes, acaba arrinconado. A nadie en el consejo de administración de Audi NSU Auto Union AG (el nombre de la empresa en aquella época) le hacía mucha gracia invertir un marco en el proyecto; a nadie… o a casi nadie.

Para las dos personas que posan en la foto que hay sobre este texto (si no la ves, probablemente haya una publicidad que puedes despejar pinchando en la cruz que debería salir en la esquina superior derecha), la tracción total era uno de los ejes de una revolución, junto con el turbocompresor, el aluminio y la ruptura de una serie de cánones que encorsetaban el desarrollo de los automóviles. Ferdinand Piech (el hombre de la izquierda) y Walter Treser (a la derecha) creyeron firmemente, desde el primer momento, que la tracción total no tenía por qué ser exclusiva de los todoterrenos.

La imagen es del año 1977. Piech había entrado en Audi en el 72, y en el 75 ya había conseguido hacerse un hueco en el consejo de dirección como Delegado de I+D. Treser, jefe de desarrollo avanzado para vehículos Audi, ingeniero aeronáutico y obsesionado por la competición, hablaba exactamente el mismo idioma que Piech, ingeniero mecánico formado de la mano de su tío Ferry Porsche. Pero, para ser justos, falta en la foto un tercer integrante de la «conspiración» de la que nacería el quattro, el verdadero responsable de prender la mecha.

Hablamos de Jörg Bensinger, otro ingeniero de la firma de los cuatro aros que, tras probar el recién desarrollado Volkswagen Iltis sobre la nieve en un viaje a Finlandia, tuvo la»loca» idea de maridar el flamante Audi 80 B2 (la segunda generación de la berlina de la marca de los cuatro aros que más adelante se convertiría en el Audi A4) con el sistema de tracción total del todoterreno de Volkswagen, que, por cierto, también posa en la foto, detrás de Piech y Treser.

Treser y los 12

Así, 12 ingenieros liderados por Treser participaron en el desarrollo del primer Audi quattro. Lo hicieron, en principio, sin presupuesto, en sus ratos libres, pero amparados en la sombra por Piech. Desde el primer momento trabajaron en un vehículo de calle aunque pensando siempre en la competición.

De alguna forma, había solo dos «excusas» para introducir el sistema de tracción en las cuatro ruedas: la supremacía en firmes deslizantes y la posibilidad de poner en el suelo ingentes cantidades de potencia. De hecho, instalar el árbol de transmisión y el diferencial central que permitía usar la tracción quattro sobre el asfalto fue todo un quebradero de cabeza desde un primer momento, ya que la idea era añadir al coche tan poco peso como fuera posible, puesto que además se quería incorporar un sistema de bloqueo de los diferenciales central y trasero que permitiera sacar todo el partido posible a la tracción total sobre firmes extremadamente deslizantes como el hielo o la nieve, algo con lo que Subaru, que ya en 1972 había lanzado su turismo Leone con tracción total, no contaba.

Cuando el prototipo estuvo terminado, Treser se lo dio a probar a Ernst Fiala, jefe de I+D de Volkswagen. Cuentan que la mujer de Fiala, que también lo condujo brevemente, dijo que era un coche «rebotón», y es que aquel prototipo no solo estrenaba el sistema quattro de pre-producción, sino unas suspensiones de corte deportivo que muy poco tenían que ver con las de los aburguesados Audi de la época.

Anécdotas aparte y después de contar con la bendición de Fiala (el hombre responsable de la parte técnica del Volkswagen Golf Mk I, que había revolucionado el mercado de los automóviles compactos pocos años atrás), Treser y Piech convocaron al consejo de dirección de Volkswagen para que probara el Audi «rebotón» subiendo una empinada cuesta en Baviera, y allí fue cuando Toni Schmücker, por entonces CEO de Volkswagen, se dio cuenta de que el proyecto tenía verdadero potencial y autorizó un presupuesto de tres millones de marcos para el desarrollo de la versión de calle: acababa de nacer el Audi quattro.

2. Los Audi quattro longitudinales

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