Cierto es que el Seat Ateca ofrece motores muy potentes en su gama, como un 1.4 TSI de 150 CV con tecnología de desactivación de cilindros o un 2.0 TDI con 190 CV. Sin embargo, la oferta del nuevo SUV español -el cual, por cierto, está suponiendo tal éxito en ventas que ya se ha situado como el modelo número 18 más vendido en octubre en España, con 1.273 unidades- cuenta con otras mecánicas que, si bien podrían no parecer tan atractivas como las alternativas de más potencia, son más que suficientes para mover con alegría al crossover de Seat. Además, son los reyes de la eficiencia y ambos cumplen con la normativa Euro 6.
En lo que respecta al 1.0 TSI de 115 CV, es un motor tricilíndrico de 999 cc situado en posición delantera transversal con un bloque y una culata de aluminio -ésta integra el colector del escape-. Dispone de un turbocompresor con catalizador de oxidación y cuenta con un sistema de gestión térmica mediante tres circuitos de refrigeración. La distribución en admisión y escape es variable, el árbol de levas se acciona mediante una correa dentada y su inyección directa es de hasta 250 bar de presión.
Con él, el Ateca tiene una respuesta suave y contundente a la vez. El par motor máximo es de 200 Nm entre las 2.000 y las 3.500 rpm, lo cual lo convierte en el propulsor con el mejor par específico del mercado -200 Nm por litro-; aunque lo mejor es que a las 1.750 rpm ya está entregando 175 Nm -un 87% de todo el par disponible-. Asimismo, el ruido y las vibraciones brillan por su ausencia y aporta al SUV español un plus en calidad de rodadura. ¿El consumo y las emisiones de CO2? 5,2l/100km y 119 g/km, respectivamente. Mientras tanto, la aceleración de 0 a 100 km/h la completa en 11,0 segundos y alcanza una velocidad punta de 183 km/h.
Por otro lado, el 1.6 TDI de 115 CV ha conseguido reducir en 2,5 g/km las emisiones de CO2 gracias a un conjunto de medidas que comprenden la reducción de la contrapresión del escape, de la potencia absorbida por la bomba de aceite, la utilización de un aceite de baja viscosidad que reduce las fricciones, el incremento de la temperatura de apertura del termostato y el empleo de un alternador con tensión reducida en el ramal de la correa de accesorios. Por su parte, la depuración de los gases se realiza a través de un catalizador de cuatro vías, y la inyección directa mediante inyectores piezoeléctricos con una presión de hasta 2.000 bar.
El consumo de esta mecánica asociada al Seat Ateca se queda en tan solo 4,3l/100km de media. No obstante, sus prestaciones son destacables, con 250 Nm de par máximo entregado entre las 1.500 y las 3.250 rpm que le permiten alcanzar una velocidad máxima de 184 km/h y acelerar de 0 a 100 km/h en 11,5 segundos.
