¿Es seguro instalar un gran badén en una autovía de tres carriles y en la que normalmente se circula a 100 km/h? Esa es la pregunta que hoy se hacen centenares de conductores que hoy han sufrido un kilométrico atasco, a primera hora de la mañana, por tener que reducir la velocidad hasta los 40-50 km/h para no provocar daños en los bajos de sus coches. Además, ya se han visto las primeras frenadas de emergencia que lejos de ser seguras provocan justo el acto contrario, una acción peligrosa que puede provocar más accidentes que antes de la instalación de este enorme badén.
El nuevo resalto instalado por la DGT se encuentra en la Comunidad de Madrid, en el kilómetro 51 de la M-40, antes de la entrada de los túneles de El Pardo y en el sentido del tramo que discurre desde la A-6, a la A-1. En principio este resalto enorme, señalado con el límite de velocidad y una señal de obras para que los conductores aminoren la velocidad, se ha colocado encima de una junta de dilatación que ya venía provocanco problemas a los conductores desde hace tiempo.
La realidad, tras solo dos días de funcionamiento, es que este badén solo puede servir para provocar mayor número de accidentes -por frenadas de emergencia- y atascos kilométricos como los que ya se han sucedido en el primer día laborable tras su instalación. ¿De verdad piensa Tráfico dejar de forma permanente este badén? ¿No existe una solución más eficaz y segura? En el vídeo de la parte inferior, grabado por un conductor llamado Alejandro, se puede ver la forma en la que hay que reducir la velocidad para pasar por encima del nuevo resalto.
