Skoda llega al Salón de Ginebra con importantes novedades en toda su gama. Además de la actualización del Fabia y las nuevas terminaciones de los Kodiaq, Superb y Octavia RS, la marca checa aprovechará la cita europea para mostrar el prototipo Vision X.
Más información
Este concept anticipa el diseño del próximo crossover de la marca, un modelo enmarcado en el segmento B-SUV que, dadas sus dimensiones, completará la oferta todocamino de la compañía por debajo de los Karoq y Kodiaq. Con sus 4,25 metros de longitud, también será la alternativa natural al SUV urbano de Seat, el Arona, aunque en este caso hay que hablar de un maletero ligeramente más pequeño con sus 380 litros de volumen.
En cuestión de diseño, el Vision X adopta el lenguaje de diseño estrenado por el resto de crossover de la marca. Destacan sus pasos de rueda marcados, la combinación de colores FlexGreen y antracita y la generosa altura libre al suelo. Para reforzar la robustez del conjunto se ha optado por unas llamativas llantas de 20 pulgadas de doble tono con partes de aleación pulida y los radios mates de las ruedas de diseño cristalino y color antracita.
De igual manera que sus hermanos Karoq y Kodiaq, cuenta con faros delanteros partidos completamente led y con intermitentes dinámicos. La misma tecnología ha sido utilizada en los pilotos traseros y los retrovisores laterales.
El interior hace gala de un diseño limpio y futurista. El salpicadero está libre de botones y todo el protagonismo recae en la enorme pantalla central multifunción. Para el panel de instrumentos se ha optado por un cuadro completamente digital, similar al que podrán equipar a partir de ahora los Octavia, Superb y Kodiaq.
En esta ocasión, el concepto Simply Clever de Skoda va un paso más allá para incluir soportes de anclaje para dos monopatines eléctricos en el maletero. Toda una declaración de intenciones hacia un nuevo estilo de vida más activo, deportivo y sostenible.
Gasolina, GNC y eléctrico
Pero lo más destacado del Skoda Vision X es la tecnología híbrida escondida bajo el capó. Su motor de combustión G-TEC turboalimentado de cuatro cilindros y 1.5 litros puede funcionar con gasolina y GNC (gas natural comprimido), pero también recibe asistencia eléctrica durante el arranque y en distancias cortas a través de un pequeño propulsor eléctrico ubicado en el eje trasero.
El prototipo puede funcionar con tracción delantera, trasera o total en función de las necesidades. La tracción trasera transfiere 1.000 Nm de par a la carretera y, gracias al depósito de reserva adicional, el Vision X tiene una autonomía de hasta 650 kilómetros. La entrega de potencia conjunta le permite acelerar de 0 a 100 km/h en 9,3 segundos y su velocidad máxima es de 200 km/h.