Primera prueba del SsangYong Rexton 2022: un gran salto adelante tanto en carretera como en off-road

Por fuera, impresiona. Su frontal ha ganado presencia gracias a una enorme nueva parrilla y a unos modernos faros LED. Y por dentro también ha ganado enteros, con unos asientos de esos en los que quieres quedarte a vivir, un volante achatado y una moderna consola central que incorpora un selector del cambio by-wire de aspecto y tacto exquisitos.

Pero lo mejor se encuentra bajo el capó, y es que el SsangYong Rexton sigue manteniendo su arquitectura de chasis de largueros y travesaños con motor y cambio longitudinales, conexión manual del tren delantero y reductora, la arquitectura de un auténtico todoterreno, pero con importantes mejoras.

Bajo el capó encontramos el motor turbodiésel estrenado por su predecesor, pero con 20 CV extra.

De entrada, el propulsor turbodiésel e-XDI de 2,2 litros incrementa su rendimiento hasta los 441 Nm, mientras que la potencia asciende hasta los 202 CV, lo que permite al SsangYong Rexton alcanzar los 184 km/h y registrar un consumo combinado WLTP de 7,74 litros, una cifra que, aunque no hemos podido contrastar de forma fiable en esta toma de contacto, es realmente buena para un vehículo de tracción total con la masa y las dimensiones del coreano.

El SsangYong Rexton, no obstante, impone un ritmo tranquilo, en buena medida por unas suspensiones confortables, una dirección muy asistida (cuenta con asistencia variable, pero sigue asistiendo mucho cuando circulamos por autopista), un pedal de freno de amplio recorrido…

Esto no quiere decir que no permita una conducción más dinámica, ya que la respuesta ha mejorado claramente, no solamente por el incremento de rendimiento del motor, sino también (y probablemente en mayor medida) por la incorporación de una moderna caja de cambios automática Aisin de ocho velocidades con mandos tras el volante, lo que supone todo un mundo respecto a la anterior caja automática, que era en realidad la veterana 7G-Tronic de Mercedes.

SsangYong Rexton: una grata sorpresa en uso todoterreno

Pero quizás la sorpresa más agradable la encontramos cuando probamos el vehículo en un recorrido todoterreno, con algunos obstáculos bastante importantes. De entrada, esta nueva iteración del Rexton (quinta generación para SsangYong y segunda si atendemos puramente al chasis) mantiene los recursos todoterreno de su predecesor, que no es poco en los tiempos que corren.

Así, en condiciones normales circulamos con tracción trasera, mientras que un conmutador circular cuyo aspecto ha mejorado considerablemente nos permite engranar el eje delantero circulando en línea recta a una velocidad de hasta 70 km/h y, en un segundo paso (en parado y con el cambio en ‘N’), insertar la reductora. Pero además, el acabado superior Limited nos ofrece la posibilidad adicional de bloquear el diferencial trasero, una absoluta novedad no solo en el Rexton sino en la historia de SsangYong, que confirma el carácter de verdadero todoterreno de este modelo.

Así, superamos con bastante fluidez los obstáculos propuestos a bordo de una versión Premium (sin el bloqueo trasero) mientras comprobamos que ese tacto suave de los frenos y de la dirección que quizá no es el más adecuado en carretera sí se adapta como un guante a la evolución en campo.

El vehículo permite además maniobrar con mucha suavidad en las zonas trialeras si empleamos la técnica de “dos pies, dos pedales”, con el pie izquierdo sobre el freno y el derecho en el acelerador, siempre dispuestos a retener el vehículo suavemente justo en el instante en que ha superado la dificultad y siempre dispuestos a aumentar el gas cuando detectamos que vamos a perder la inercia justa y necesaria para superar, por ejemplo, un cruce de puentes pronunciado. También el control de descenso, tarado a una velocidad fija de unos 5 km/h, funciona especialmente bien.

Tres niveles de acabado para el SsangYong Rexton

Así, el SsangYong Rexton se ofrece con un único motor, un único cambio de marchas y tres niveles de equipamiento: Pro, Premium y Limited. Desde el acabado Pro, la dotación de fábrica es muy completa, con elementos como los faros LED, las barras de techo, los cristales con protección solar, el climatizador dual y el equipo de info-entretenimiento con pantalla de 8”, Andoid Auto y Google CarPlay incluidos de serie.

A todo este equipamiento y muchas cosas más, el Premium añade tapicería de cuero sintético, control de crucero adaptativo, cristales tintados y suspensión trasera independiente, mientras que el Limited suma, además, el bloqueo trasero, cuadro de mandos digital de 12,3”, portón eléctrico, techo solar, llave inteligente, tapicería de cuero natural y asientos ventilados, sin olvidar el bloqueo del diferencial trasero.

En los acabados Pro y Premium, se monta un cuadro de mandos analógico, mientras que el acabado Limited incorpora una pantalla digital de 12,3".

Como viene siendo habitual en los coches asiáticos, que llegan a Europa con listas de equipamiento cerradas para simplificar el estocaje y evitar tener que esperar varios meses hasta recibir el vehículo completamente personalizado, elijamos la versión que elijamos vamos a llevarnos mucho equipamiento a buen precio, pero no necesariamente el que queremos, necesitamos o se ajuste mejor al uso que vamos a dar al vehículo.

Desde un punto de vista puramente todoterreno, la opción ideal es, sin duda, el acabado Limited, por el mero hecho de contar con el mencionado bloqueo trasero, si bien preferiríamos las llantas de 17” del Pro o las de 18” del Premium, en lugar de las de 20” del Limited, que nos deja con un perfil de neumático más pequeño y, por tanto, mucho menos adecuado para uso fuera del asfalto.

En cualquier caso, la oferta del SsangYong Rexton es sumamente interesante, ya que nos permite hacernos con un todoterreno de verdad desde 37.200 euros (campaña de promoción incluida), que ascienden a 41.800 en el caso del Rexton Premium y suben hasta 49.800 si realmente nos decantamos por el acabado Limited. Incluso en este último caso, entendemos que lo que nos llevamos por menos de 50.000 euros es, en muchos aspectos, tanto o más que lo que ofrecen otros fabricantes por más de 60.000 euros.