Las épocas de crisis son propicias para que los cambios y las novedades puedan triunfar. Por eso, la llegada de una marca como SWM en este momento puede ser un acierto para Invicta Motors, la empresa que se encarga de comercializar en España los modelos de esta firma italo-china (originalmente era italiana, si bien ahora tiene tanto su sede como la producción en China).
Su primera apuesta es el SWM G01, un SUV de tamaño compacto que se vende con un solo motor 1.5 Turbo de 130 CV de origen Mitsubishi y dos acabados para la carrocerías, uno más tradicional (el de esta prueba) y otro con un aspecto ligeramente más deportivo (denominado F).
A partir de ahí, la apuesta es sencilla: un diseño pintón, dos acabados (Basic y Elite, aunque la versión Elite con cambio automático incluye alguna cosa más), mucho equipamiento de serie desde el más básico, una notable comodidad, mucho espacio interior, la posibilidad de tener la etiqueta Eco gracias a un sistema de alimentación por GLP que se suma al de gasolina que viene de origen y, por supuesto, un precio lo más aquilatado posible.
Y la pregunta es: ¿qué nos ha parecido el SWM G01 tras nuestra primera toma de contacto? No está mal. De hecho, ¿recuerdas esos chistes de «lo que compras en AliExpress y lo que después te llega?» Bueno, pues la cosa no es así, ni mucho menos.
Así es por dentro el SWM G01
El salpicadero del SWM G01 es moderno, sobre todo por la pantalla central y la instrumentación digital. No esperes la calidad de un Audi (incluso la media de marcas generalistas europeas está algo por encima), pero los materiales son agradables y el montaje parece sólido.
Necesitaremos cierto tiempo para acostumbrarnos a manejar la pantalla central, algo que también nos pasará con la mayoría de sus rivales europeos. En cuanto a la postura de conducción, resulta mejorable porque el volante no tiene reglaje en profundidad. Además, y aunque los asientos son cómodos, no sujetan mucho en zonas de curvas.
Las plazas traseras están por encima de la media en espacio (tres adultos puede viajar razonablemente bien) y el maletero, con 570 litros, también es un aspecto a destacar.
Así va en marcha SWM G01
El SWM G01 emplea una mecánica de origen Mitsubishi, pero la plataforma es propia. Sólo se vende con tracción delantera y un eje trasero multibrazo, solución sofisticada utilizada por muchos de sus rivales.
El SWM G01 cuenta con una suspensión de tarados muy blandos que favorecen la comodidad. A ritmo tranquilo, es un coche fácil de conducir y que transmite sensación de aplomo. Sin embargo, no es el mejor para forzar el ritmo: la carrocería balancea demasiado y sus movimientos son más amplios y lentos de lo deseado; la dirección es algo lenta y poco informativa; y el control de estabilidad actúa con demasiada premura, en gran medida porque el agarre de los neumáticos chinos Ling Long que lleva de serie deja bastante que desear. Puestos a pedir, tampoco estaría de más probar con otras pastillas de freno que ofreciesen un tacto más progresivo.
¿Y el motor del SWM G01? Tiene una respuesta suave y, gracias a la posibilidad de alimentarlo con GLP, puede salir más económico que otros rivales de gasolina. Sin embargo, es algo ruidoso, de tacto un tanto áspero, le falta un poco de nervio y, cuando funciona con gasolina, su consumo es más elevado que la media. El cambio manual de seis relaciones tiene un tacto mejorable.
Veredicto
A veces, los productos chinos son baratos y malos, pero el SWM G01 no es ni una cosa ni la otra. Por eso, nos ha sorprendido para bien, pero no es más barato que rivales ya consolidados.
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