Primera prueba del Toyota Corolla híbrido, el sustituto del Auris

En 2006, Toyota eliminó la denominación Corolla en su modelo compacto, que pasó a denominarse Auris. Y aprovechando el lanzamiento de la nueva generación, la marca japonesa recupera este mítico nombre.

El Corolla 2019 está realizado sobre la plataforma modular TGNA, la misma que el Prius, el C-HR o el RAV4. Está disponible en tres carrocerías: Hatchback -5 puertas-, Touring Sport -familiar- y Sedán -4 puertas-, que regresa a la gama tras no estar disponible bajo la denominación Auris. Las dos últimas tienen una distancia entre ejes de 2,7 metros, que se quedan en 2,64 metros en el caso del Hatchback. La longitud de este último es de 4,37 metros -4 cm más que el Auris-, mientras que el Corolla Sedán alcanza los 4,63 m y el Touring Sport, los 4,65 metros.

Otra novedad importante del nuevo Corolla la encontramos en la oferta mecánica, pues ahora se ofrece con dos versiones, ambas híbridas. Por una parte, está el sistema procedente del CH-R, con un motor 1.8 y una potencia conjunta de 122 CV y 142 Nm, que es el únic disponible para la carrocería Sedán. Y por otra, llega un nuevo 2.0 capaz de desarrollar 180 CV y 190 Nm de par máximo.

Toyota Corolla híbrido: así es por dentro

La calidad y el diseño del salpicadero son dos de los puntos fuertes del habitáculo del Corolla. Llama la atención la presencia de bastante botones físicos tanto en la consola central como en la propia pantalla, algo cada vez menos habitual€ y que facilita mucho el acceso a las principales funciones -climatizador, equipo de audio…-.

En la parte menos positiva, la habitabilidad en las plazas traseras está por debajo de la media del segmento. ¿El motivo? El espacio que ocupa la batería -ubicada debajo de los asientos posteriores y el maletero- resta bastante espacio respecto a un compacto convencional, especialmente en altura. El espacio para las piernas tampoco es holgado, especialmente en la carrocería de cinco puertas; de hecho, se sitúa entre los peores del segmento. Tanto el Sedan como el familiar, que tienen una distancia entre ejes más larga, son mejores en este sentido.

En lo que respecta al maletero, hay diferencias entre ambas motorizaciones, debido a que disponen de baterías distintas -iones de litio en el 1.8 y níquel hidruro en el 2.0-. En la carrocería Hatchback ofrece 361 litros -sólo 1 L más que en el Auris- en el menos potente, que se reducen a 313 L. Lo mismo sucede con el Touring Sport, que pasa de 598 litros -un dato muy bueno para tratarse de un híbrido- a 581 L.

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Toyota Corolla híbrido: así va

Hemos probado el Corolla con las tres carrocerías y las dos motorizaciones disponibles. La versión de 122 CV -con denominación comercial 125H- da un resultado magnífico en lo que respecta a eficiencia, con un consumo muy bajo en toda circunstancia. Es bastante sencillo bajar de 5 L/100 km sin ir especialmente preocupado por gastar los menos posible, gracias a que el sistema híbrido funciona de manera inteligente, apagando el motor de combustión siempre que es posible. Además, el funcionamiento es algo más suave que en el Auris –se escucha menos el motor cuando sube de revoluciones- y el hecho de contar con un selector de cambio convencional -el Auris y el Prius llevan una pequeña palanca- hace que, en cierto modo, su conducción se asemeje a la de un automático convencional.

La versión de superior potencia -180H- proporciona un empuje mucho más intenso cuando se acelera a fondo, aunque resulta bastante más ruidoso. El consumo también es bajo… pero no así el precio: dado que sólo se ofrece con los dos tres acabados más completos -Feel!, Advance y Advance Luxury-, su precio parte desde 24.750 euros.

En el caso del 125H, se puede asociar a las terminaciones Active, Active Tech y Feel!, con un precio a partir de 20.850 euros.

Ficha técnica: Toyota Corolla 125H Active Tech