El caso Volkswagen, que según fuentes del grupo VAG va a afectar a cerca de 700.000 modelos en España, sigue dando que hablar. Ahora es FACUA-Consumidores en Acción la que ha creado una plataforma digital para ayudar a todos los afectados por el trucaje de emisiones en sus motores diésel.
Tras una investigación de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés) a raíz de la denuncia de una ONG, el fabricante ha reconocido que trucó 11 millones de vehículos diésel vendidos en todo el mundo con un software que reducía las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) cuando detectaba que estaba siendo sometido a una prueba de homologación. Emisiones que en realidad son hasta cuarenta veces superiores a las permitidas en la legislación estadounidense.
Los usuarios pueden unirse a la plataforma a través de la web FACUA.org/volkswagen, que está dando a conocer en las redes sociales con el hashtag #afectadosVolkswagen. La asociación ha recibido una avalancha de consultas en los últimos días tras estallar el escándalo del fabricante alemán a nivel mundial.
FACUA ha comenzado a asesorar sobre sus derechos a los propietarios de vehículos que podrían estar afectados por el fraude. El equipo jurídico de la asociación estudia las acciones que llevará a cabo frente a las graves irregularidades cometidas por la compañía, a la espera de conocer qué tipo de reparación pretende llevar a cabo para que los automóviles cumplan la legislación europea en materia de emisiones de gases tóxicos.
Los vehículos afectados no son sólo de la marca Volkswagen, sino también de sus filiales Audi, Skoda y Seat. Cientos de miles se han comercializado en España. Mientras se confirman cuáles son los modelos, están bajo sospecha todos los diésel con motores TDI 1.6 y 2.0 fabricados entre 2008 y 2015.
FACUA advierte a los conductores afectados de que es posible que Volkswagen realice una llamada a revisión a fin de efectuar en sus talleres las modificaciones técnicas necesarias para reducir los niveles de contaminación de sus vehículos, de manera que cumplan los límites establecidos en la legislación europea.
Estas actuaciones no deberían suponer coste alguno para los usuarios ni implicar pérdida de calidad en las prestaciones de los automóviles. Si las reparaciones provocasen que los vehículos redujesen de forma sustancial su potencia o aumentasen considerablemente el consumo de gasóleo, los usuarios podrían negarse y exigir una indemnización al no cumplirse las características ofertadas cuando fueron adquiridos. Indemnización que puede ir desde el abono de una cantidad por los perjuicios causados, la devolución del importe del automóvil atendiendo a un criterio de proporcionalidad con su antigüedad o su sustitución por uno nuevo.
Y recuerda: en el número 181 de la edición impresa de Autofácil, que ya puedes encontrar en tu punto de venta habitual, encontrarás un completo reportaje de 12 páginas titulado Qué pasa con Volkswagen en el que contamos todo sobre el caso de Volkswagen y las emisiones y respondemos a todas tus preguntas: ¿en qué consiste la trampa?, ¿está tu coche entre los afectados?, ¿puedes reclamar?…