Seguridad, lujo, conectividad y calidad son conceptos que se dan cita en el nuevo Volvo XC90, algo que ha sido apreciado por los usuarios, respondiendo de una forma excelente en lo referente a ventas en sus primeros meses de vida. La buena acogida que ha tenido el SUV grande de la firma sueca ha acabado de convencer a sus dirigentes de la necesidad de crear otro ´off road´ de dimensiones más contenidas, que se situaría un escalón por debajo del XC90 y del XC60.
De este modo, el segmento de los SUV compactos premium tendrá un nuevo competidor en 2018, que podría llamarse Volvo XC40 y que, seguramente, llegará a la vez que la segunda generación del V40. En cualquier caso, desde la cúpula de la marca solo se reconoce que los SUV compactos son una prioridad para ellos, a la vez que invierten 200 millones de euros en la planta que Volvo posee en Ghent –Bélgica- con el fin de adaptarla a la fabricación de nuevos modelos sobre la nueva plataforma modular compacta –CMA-, sobre la que se asentará el ¿XC40?
Un ´S60´ eléctrico
Además, con la noticia de un Phaeton completamente eléctrico para su próxima generación todavía reciente, Volvo ha aprovechado para anunciar que también lanzará en 2017 un modelo de esta naturaleza. En el punto de mira aseguran tener al propio Phaeton y al Tesla Model S, aunque las dimensiones serán similares a las de un S60. Para tal fin, contará con una autonomía de hasta 525 km. Del mismo modo, la marca ha prometido que para 2020 toda su gama tendrá una versión híbrida enchufable.
