Si en las películas de 007 hay algo icónico, más allá del “me llamo Bond, James Bond” y el «Martini mezclado, no agitado”; es un coche: el Aston Martin DB5. Apareció por primera vez en la película Golfinger, la tercera de la saga y que se presentó en cartelera en 1964.
Pero el Aston Martin DB5 se dio a conocer hace exactamente 60 años, en septiembre de 1963, en el Salón del Automóvil de Frankfurt de aquel año. Sustituto de un exitoso Aston Martin DB4, el DB5 presentaba varias e importantes mejoras sobre este, lo que hizo que Aston Martin eligiera una nueva nomenclatura para el nuevo modelo.
La primera mejora se daba en el motor. Sobre la base del en línea del seis cilindros en línea de 3,7 litros que ofrecía el DB4, el DB5 aumentaba su cilindrada hasta los 4 ,0 L (3.995 cc), lo que, junto a una alimentación mediante tres carburadores SU, le servía para desarrollar la nada desdeñable potencia de 282 CV. Eso le convertía en uno de los modelos más potentes del mundo y, con una velocidad punta anunciada en más de 150 millas por hora (el equivalente a 241 km/h), también en uno de los más rápidos. De hecho, la publicidad oficial de Aston Martin de la época lo catalogaba como «el automóvil GT de 4 plazas más rápido del mundo».
Pero el motor no era el único de sus argumentos. El DB5 presentaba un nuevo estándar en el equipamiento de la época, como los elevalunas eléctricos de serie o la posibilidad de, en opción, montar incluso aire acondicionado. Eso, junto a los materiales habituales de los deportivos británicos, como el cuero y la madera, hacía de él asimismo uno de los coches más lujosos del momento.
Por último, el tercer pilar del éxito de este modelo era su elegante carrocería, diseñada por el carrocero italiano Carrozzeria Touring Superleggera.
El primer Aston Martin DB5 de James Bond era… un Aston Martin DB4
Podría parecer que, debido a la expectación que causó el lanzamiento del DB5, los productores de la saga cinematográfica del momento quisieran incorporarlo a la película. Pero no fue exactamente así. De hecho, cuando se estaba rodando ‘Goldfinger’, el DB5 aún no estaba listo. Y, por eso, el coche que conduce James Bond en esa película en realidad una de las últimas unidades del Aston Martin DB4, perteneciente a su última evolución (conocida como la Serie 5) y que, exteriormente, es muy similar al DB5.
Pero claro, en los años 60 ya conocían el márketing, y el mérito cinematográfico fue para el nuevo modelo británico. Sea como fuere, el Aston Martin DB5 se convirtió en un icono de la saga, no en vano apareció en otras siete películas de la misma; la última, ‘Sin tiempo para morir’, estrenada en 2021.
Pero más allá de ‘monsieur Bond’, muchos otros famosos han sucumbido a los encantos del Aston Martin DB5. Así, entre sus propietarios destacan nombres como los de los Beatles Sir Paul McCartney y George Harrison o el cantante de los Rolling Stones, Mick Jagger. El actor y cómico británico Peter Sellers también adquirió una unidad y años más tarde, músicos como Robert Plant (Led Zeppelin) y Jay Kay (Jamiroquai) o personajes de la moda como el diseñador Ralph Lauren o la modelo Elle McPherson condujeron uno de estos modelos, ya fuera en su carrocería coupé o cabrio.
Y sí, aunque este modelo sólo se construyó durante dos años (hasta 1965) en la fábrica y sede de la marca en Newport Pagnell, Buckinghamshire; se fabricaron un total de 887 coupés, pero también 123 descapotables y hasta 12 modelos con carrocería familiar o shooting brake, estos hechos por encargo.
Hoy día, y cuando se cumplen seis décadas de su lanzamiento, el presidente ejecutivo de la marca, Lawrence Stroll, quien también posee una unidad de un DB5, señala que: «La era de David Brown [Nota de la Redacción: propietario de la marca británica desde 1947 a 1972] nos dio muchos grandes deportivos de Aston Martin, pero ninguno más reconocible, reverenciado y deseado que el DB5, que sentó las bases de nuestra identidad como una marca de lujo británica sinónimo de estilo, rendimiento y exclusividad”.
Aprovechando este aniversario, Aston Martin no ha dudado en fotografiar a un DB5 de su colección con el nuevo DB12 del que Stroll señala que “estamos increíblemente orgullosos de que la línea DB continúe hoy con el aclamado DB12, que, como los que vinieron antes, es una celebración de todo lo que amamos de los deportivos británicos fabricados a mano, con una nueva inyección de la última tecnología y los más altos niveles de rendimiento».
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