Posiblemente, el Citroën C4, compacto de la firma de los dos chevrones, es uno de los coches de su categoría que mantiene un mejor compromiso entre calidad y precio. Sus tarifas después de incluir los pertinentes descuentos por promociones puntuales y/o financiación se sitúan cerca de los modelos low cost; sin embargo, el francés ofrece más calidad de fabricación y rodadura y una gama mecánica muy completa y eficiente. Pero su vida comercial se acaba y Citroën ya está reduciendo su gama.
De esta manera, la oferta mecánica actual del Citroën C4 tan solo contempla una opción de gasolina y otra diésel. La primera alternativa es un bloque 1.2 e-THP con 110 CV de potencia en combinación con una caja de cambios manual. Este tipo de transmisión también es la única disponible en caso de decantarse por el propulsor diésel, un motor BlueHDi de 1.6 litros con una potencia de 100 CV. Ninguno de ellos puede presumir de prestaciones deportivas, pero sí de consumos homologados muy bajos -4,8 y 3,6 l/100km, respectivamente-.
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Lo que no ofrece ningún tipo de elección es su nivel de equipamiento, pues Citroën ya solo comercializa el C4 con el acabado Tonic. Éste incluye en su dotación inicial elementos como llantas de aleación de 16 pulgadas, sensores de lluvia y luces, volante multifunción forrado en cuero, conectividad Apple CarPlay y Android Auto, pantalla multimedia de 7 pulgadas, climatizador bi-zona, cámara de visión trasera con sensores de aparcamiento posteriores, apoyabrazos central delantero, luces antiniebla, espejos retrovisores plegables eléctricamente y cristales traseros oscurecidos.
Sus precios oficiales comienzan en 20.550 euros para la versión con motor de gasolina y en 21.550 euros para el Citroën C4 con la mecánica de gasóleo, si bien con las usuales promociones y con la financiación ofrecida por el fabricante galo se puede adquirir por una tarifa que ronde los 15.000 euros.