La autonomía es, evidentemente, el principal problema al que se enfrentan actualmente los vehículos eléctricos. Pero además, en invierno, el habitáculo no recibe el calor que sale del motor de combustión necesitando así de un gran esfuerzo energético para calentar el interior de los coches. Este esfuerzo energético extra se traduce directamente en una merma de la autonomía disponible.
Por este motivo los fabricantes están empleando bombas de calor eficientes para calentar los vehículos y Bosch parece que está tomando la delantera con la presentación de un sistema que promete aumentar la autonomía un 25%. Esto se produce gracias a una tecnología capaz de distribuir únicamente el calor o frío utilizando una bomba de calor con bombas para el refrigerante, que es, en este sistema, el encargado de calentar o enfriar el interior del coche.
Este nuevo sistema de bomba de calor cuenta con bombas controlables y válvulas capaces de recoger tanto el calor como el frío y transportarlos usando un líquido refrigerante allá donde sea necesario. Para el funcionamiento de esta bomba de calor se emplea la pequeña cantidad de calor que emana del motor eléctrico cuando, por ejemplo, se recupera energía de la frenada. Además, es capaz de controlar también la temperatura de las baterías para que siempre estén en un estado perfecto y así ser más eficientes.
Las diferencias, según Bosch, son palpables desde el primer minuto ya que asegura que se pueden generar de 2.000 a 3.000 vatios, el doble de lo que se consigue con los calentadores convencionales.