Con el sector del automóvil sumido en un cambio casi diario, es difícil hacer una previsión de cómo serán los automóviles del futuro. Labor complicada… menos para Bosch, o al menos eso es lo que se desprendió de las, ya tradicionales, Conferencias Internacionales con la Prensa, que, en esta ocasión supusieron la edición número 62 celebrada, cómo no, en la ciudad alemana de Boxberg, lugar donde se encuentra la sede central.
Muchas fueron las conclusiones pero tras una jornada intensa de charlas se llegó a una conclusión clara: el coche del mañana será eléctrico, será completamente autónomo y estará fuertemente conectado al mundo de la tecnología móvil y de Internet. Vehículo que podrá verse, según la compañía alemana, en 2025€ aunque en estos 10 años muchos serán los avances que se podrán ir viendo.
Electricidad… en cualquiera de sus formas
Uno de los primeros puntos importantes es el de la electrificación y es que según las previsiones de Bosch, en 2025, el 15% de los automóviles que se fabriquen y rueden por las carreteras del mundo, contará con algún sistema de electrificación dentro de su conjunto propulsor. Es decir, que de aquí a una década proliferarán no sólo los vehículos híbridos, sino también los híbridos enchufables y los eléctricos de autonomía extendida.
No obstante, ello no significará el fin del motor de combustión, sino todo lo contrario, la adecuación y el trabajo conjunto entre ambas energías pero en la que tanto los motores diesel como gasolina cobren menos protagonismo. Pese a ello, Bosch sigue trabajando en la reducción paulatina tanto de consumo de carburante como de emisiones previendo que, gracias a sus tecnologías, se podrá reducir en un 10% el consumo de los motores diesel y en un 20% el de los gasolina gracias.
Tecnologías que van desde la mejoras en la inyección de los motores de gasolina y el aumento de presión de 200 a 350 bares, hasta el desarrollo de tecnologías como el Denoxtronic que reduce un 95% el óxido de nitrógeno producido por las mecánicas diesel al tiempo que se optimizará la recirculación de gases de escape.
Con ello, Bosch demuestra que la electrificación no es un competidor para el motor de combustión, sino que se trata de un aliado. En este sentido, es consciente de que la hibridación será la llave para llegar hasta la total electrificación hasta el punto que para 2020 logrará aumentar la capacidad de sus baterías al tiempo que ofrecerá un sistema híbrido denominado boost recuperation system que no sólo dotará al vehículo de 150 Nm extra sino que además permitirá un ahorro de combustible de hasta un 15%.
Sin manos, pero seguro
Otro de los pilares en los que se sustenta el coche del mañana es en la automatización. En este sentido, es de sobra conocido que, cada año los asistentes de conducción no sólo son cada vez más en número, sino también más sofisticados. De hecho, en el ejercicio pasado, Bosch registró un record de ventas al ´dispensar´ 50 millones de sensores para los sistemas de asistencia y durante este año y el siguiente prevé que tanto los sensores de radar como los de video se dupliquen.
Todo con el fin de llegar al objetivo claro, que el coche no necesite de las manos del conductor para llegar de un punto a otro. Para ello, poco a poco se irán integrando nuevos sistemas. Los primeros en llegar serán el sistema de aparcamiento mediante control remoto –a través del Smartphone y como si fuera un videojuego-, el asistente de atascos de tráfico y una función para realizar maniobras de esquiva.
>El año que viene entrará en funcionamiento el piloto automático para atascos; en 2017 se montarán los asistentes de crucero integrados; en 2018 el sistema automático de aparcamiento en parkig y el asistente de carretera y en 2020, uno de los principales avances, el piloto automático para autopistas. Así hasta llegar a 2025, año en el que llegará el coche 100% automatizado.
Nosotros ya tuvimos la oportunidad de estar sentados durante unos pocos minutos y lo cierto es que sorprende aunque con matices pues durante las pruebas, el vehículo sólo circulaba sin asistencia humana durante un circuito que previamente se había mapeado e integrado en el sistema del vehículo. Ello nos lleva a preguntarnos si será necesario volver a mapear todas y cada una de las carreteras y calles del planeta y, sobre todo, cuánto tiempo se tardará en hacer eso. La respuesta, se supone que en 2025 estará lista.
Coche y móvil, todo en uno
No obstante, dicho grado de automatización no será posible sin una conectividad al entorno. En este sentido, el sector de las telecomunicaciones juega un papel fundamental que viene determinado porque el coche esté siempre conectado a Internet. De ahí que la propia Bosch haya desarrollado el denominado ´Horizonte Conectado´, mediante el cual gracias a la conectividad de los vehículos con nuestro entorno –e incluso con otros vehículos-, serán capaces de elaborar una estrategia de conducción y de conocer todas las incidencias de la vía ya sea un atasco al girar la siguiente curva o un accidente en un cambio de rasante.
Además, gracias al uso de los smartphones y de las tablets, el usuario podrá ´juguetear´ con las funciones de su vehículo, encontrar el punto de recarga y, además, reservarlo, ayudar a las empresas de renting a gestionar de una manera más eficaz todas sus flotas e incluso, y gracias a la realidad aumentada, conseguir que los talleres sepan realizar un diagnóstico del vehículo sin necesidad de ´meterle mano´, hecho que ayudará a ahorrar costes.