
Será en este mismo año, 2015, cuando la nueva fábrica empiece a trabajar. Está en Stuttgart; quieren tener algún coche que presentar en el salón de Frankfurt de septiembre de este año y, en principio, quieren lanzar dos modelos nuevos por año a partir de ahora hasta completar lo que llaman, siguiendo una tradición histórica de la marca, toda una gama de coches «premium accesibles».
La marca llegó a ser una de las grandes, sin duda alguna. Más de 23.000 empleados y 2.000 concesionarios por todo el mundo, en 1959 fabricaron más de 100.000 coches, de los que se exportaron un 63%. Manejaban tres marcas; Lloyd, para coches pequeños, Goliath, del que destacaba un original deportivo medio, con motor 2T y la propia Borgward, que fabricaba coches más grandes y lujosos. De entre estos destacan nombres como los Hansa (otra marca histórica) o Isabella, los más exitosos de su historia.
Su logotipo era un rombo con el nombre en el centro. Ahora, para el siglo XXI, además de recuperar ese concepto de «premium accesible» también se recupera, con retoques, el orgulloso rombo que servía de logotipo.