Desde que el Dakar comenzara a disputarse en tierras sudamericanas –lo lleva haciendo desde 2009-, varios grupos arqueológicos elevaron sus protestas ante la posibilidad de que la caravana deteriorara, e incluso llegara a destruir, posibles yacimientos y pruebas de gran valor que se hallan enterrados bajo la arena.
Pues bien, ahora, tanto el piloto de moto, el italiano Matteo Casuccio, como el de Quads, el holandés Kees Koolen, fueron detenidos en el transcurso de la quinta etapa cuando, tras circular varias horas sin rumbo, accedieron a una zona prohibida de la prueba y dañaron de gravedad una excavación del desierto de Antofagasta. «Nosotros no queremos romper nada y pedimos disculpas por lo ocurrido. Fue solo un error», declaró el italiano a la prensa local. El holandés Koolen y el italiano Casuccio ya han sido liberados tras declarar ayer ante las autoridades por espacio de media hora acompañados de funcionarios de la prueba.
La continuidad de ambos pilotos puede verse comprometida si la Justicia decide decretar su arraigo e impedirles abandonar Chile el domingo, cuando la caravana de pilotos debe ingresar en Bolivia.
