Honda CR-V 2013: El todo camino con mejor habitabilidad

Nos hemos desplazado a Alemania para probar el nuevo Honda CR-V. Hemos tenido la oportunidad de probar el motor diésel de 2.2 litros y 150 CV.


La carrocería ha sufrido muchos cambios con respecto al modelo anterior. Ha disminuido ligeramente la altura y la longitud, pero la habitabilidad no ha disminuido en absoluto. Al contrario, el coche es muy amplio, y el maletero ofrece unos generosísimos 589 litros. Una cifra excelente. A destacar el sistema de plegado de los asientos traseros: Por medio de dos palancas de las que tiramos a la vez, los asientos se abaten hacia delante y los respaldos se encajan en el piso, de forma que en seis segundos obtenemos un plano de carga enorme y perfectamente plano. Además, los asientos traseros se abaten de forma asimétrica y se puede regular la inclinación de los respaldos traseros.

La posición de conducción es muy cómoda y, gracias a la cintura relativamente baja, las personas de menor estatura se encuentran muy cómodas en su interior. La luminosidad y el diseño interior hacen de la sensación de amplitud una constante.

La visibilidad es buena, agradeciéndose el generoso tamaño de los retrovisores exteriores. La visibilidad trasera es prácticamente nula en maniobras de aparcamiento, por lo que la cámara de visión trasera es un elemento absolutamente necesario.

El equipamiento es el usual en los vehículos de este segmento. No le falta nada ni le sobra nada, y los acabados son correctos, aunque algunos elementos son un poco ´baratos´, como los interruptores de la cortinilla del techo. Durante la prueba dinámica hemos percibido alguna vibración en la puerta delantera izquierda, aunque puede ser achacable a algún desajuste en los vehículos de prueba, sometidos a un uso exhaustivo.

En marcha, hemos probado el motor diesel tanto con la caja de cambios automática de cinco marchas como con la manual de seis. El motor es agradable por ciudad, se mueve con soltura y los consumos son contenidos. Por carretera el motor mueve con soltura y suavidad al CR-V, dirección, chasis y frenos están a la altura y podemos sentir un modo de conducción más cercano a una berlina que a un SUV. En autopista, el coche es un poco rumoroso, pero viajar a 170 km/h por las autopistas alemanas es pan comido para el nuevo CR-V.

En resumen, Honda actualiza su exitoso y fiable CR-V para adecuarlo a los nuevos tiempos, acercando su comportamiento al de una berlina, pero sin renunciar en absoluto a las capacidades de un SUV.

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