
El pasado 25 de marzo se inauguró en la localidad barcelonesa de Abrera la primera estación de servicio de nuestro país, propiedad de la empresa Ham, que podrá suministrar a los usuarios tanto los combustibles tradicionales como gas natural para vehículos.
Se reposta igual que un coche normal
El repostaje de gas es tan sencillo como en los vehículos de combustible tradicional -gasolina, diesel, etanol- ; basta con introducir la manguera del surtidor en el depósito.
La utilización del gas natural vehicular (GNV) supone una reducción de alrededor de un 20% de CO2 respecto a la gasolina así como la eliminación de partículas sólidas a la atmósfera. El GNV se beneficia, además, de un coste inferior al de los combustibles tradicionales, lo que genera un ahorro para el usuario de alrededor de 3 euros cada 100 km respecto a las motorizaciones de gasolina.